Uno

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Suena la alarma.

—Mierda son las nueve!

Corro hacía el lavabo, me lavo la cara y los dientes; no me dará tiempo almorzar. Entro a mi cuarto y cojo una sudadera del armario y unos leggings, me hago un moño rápido y bajo las escaleras a toda prisa, abriendo la puerta de casa para salir sin despedirme apenas de nadie.

Debería aver cogido un abrigo pero ya es tarde. Me imagino que pensara la gente cuando me vean tan destapada en pleno invierno pero ahora eso es lo de menos, el frío se apodera de mi cuerpo y me apresuro a andar más rápido hacia la parada de autobús.

Parada en la acera esperando que se ponga en verde el semáforo veo como viene mi bus, y no puedo cruzar la calle a causa del gran tráfico que hay a estas horas en mi ciudad.

— Joder! - Exclamó. Y hasta el hombre barbudo de al lado me mira con cara de asombro por haberlo dicho tan alto.

Ahora ya sé que toca, plantearme si valdrá la pena correr para llegar a la segunda clase o quedarme en casa con la estufa puesta. Y apesar de que la segunda opción me parece mucho más apetecible me decido por la primera.

***

Entro a una panadería a tomar una pasta y dale gusto a mi boca con un café caliente. La verdad no esta nada mal este sitio, me parece acojedor y la chica del mostrador es bastante agradable. En mi barrio también hay panaderías, justamente dos, pero nada comparado a esta. Me tomo el café y mi pasta con algo de prisa y salgo a un paso bastante ligero.

No sé porque me da la impresion de que hoy será un día largo y duro.

***

Efectivamente a sido un día duro, salgo de clase con ganas de lanzarme en mi cama y llorar con fuerzas. He tenido una gran discusión con una profesora a causa de mis bajadas de notas en su asignatura, una compañera de clase me ha gritado delante de todos por olvidarme del trabajo en grupo y mi mejor amiga se mantiene alejada de mi desde que tiene nuevas amistades.

Bajo las escaleras con calma, no sé si realmente quiero ir a casa pero en cuanto veo a Hugo salgo corriendo del patio del instituto.

— Eh?! Espera!

Hugo corre tras de mí y me para con su brazo en mi hombro.

— Perdón Janne, de verdad yo..

No dejo que terminé la frase. No quiero oír nada.

— Déjalo Hugo, no hay nada más que hablar. - y cuando ya me disponía a irme me giro de nuevo. -Y ah.. no me busques más, porfavor.

Se queda parado enfrente mío, como si fuera hielo y estuviese congelado. Pero él no sabe que es el frío que recorre tu cuerpo cuando te enteras que alguien te falla así. Porque lo hiciste Hugo? Porque a mi?

Cruzo la puerta con prisas, no quiero que venga a por mi otra vez. Veo a gente de clase fuera y Luco me grita desde lejos.

— Ey Jenna, nos vemos mañana. Acuérdate a las 8 en el estanco!

Yo asiento mirándolo y de pronto, alguien choca contra mi.

— Ten cuidado la próxima vez tia! — le digo con un tono fuerte.

— Perdón, ni te he visto venir. Ando un poco perdida.. no soy de aquí sabes, estoy buscando a una persona no sé si la conocerás.. Cleo se llama. —y me enseña una foto.

Solo de mirar esa cara me dan ganas de arrebatarla a bofetadas. Cómo Hugo pudo engañarme con ella? Y noto como mi sangre empieza a calentarse.

—Si, si se quien es. Pero no creo que la encuentres ha salido ya. Lo siento por no poder ayudarte, adiós.

Me mira asombrada por mi actitud.

- Pero sabe donde puedo encontrarla? Su número de telefono? Esta noche me instalo en su apartamento y bueno.. habíamos quedado a una hora y no ha aparecido.

Siento una gran pena. Cloe és una persona inresponsable, con la agenda bastante llena como para acordarse de la más mínima cosa. Miro a la chica y su cara se estremece.

— No tengo ni idea de dónde puedes encontrarla. Pero no creo que la encuentres a estas horas. Te puedo dar la dirección de un hostal que queda bastante cerca, y aver si mañana tienes suerte y consigues verla.

Le doy la dirección del lugar y me vuelvo para ir a casa.

Gracias. —Dice ella.

Quedate esta noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora