Regina se había quedado sorprendida ante la pregunta de su prometido. No sabía que responder y no porque no quisiera lastimar a Robín sino porque ni ella misma lo sabía.
—¿No me piensas responder? — Volvió a preguntar él.
La morena se quedo en silencio y miro a su prometido fijamente.
—No lo sé... — Susurro ella.
Robín asintió y dejo escapar un gran suspiro.
—Creo que no me sorprende.
—¿Qué dices? — Pregunto la morena confundida.
No se esperaba aquella respuesta de su prometido. Estaba calmado y la miraba a los ojos sin nada que temer.
—Desde que llegamos aquí has estado distante, distraída — Respondió Robín con un tono de voz melancólico — Y no creo que sea solamente por haber dejado Londres.
—Perdóname... — Regina no podía hablar más alto que un susurro.
—No tienes que pedir perdón... Yo soy el que debería hacerlo — Robín tomo la mano de su prometida y respiro hondo — Perdóname por dejar que tus sentimientos por mi cambiaran.
—Tú no tienes la culpa de eso Robín... Tú eres un hombre maravilloso y cualquier mujer podría enamorarse de ti.
—Pero tú no...
—Yo estuve enamorada de ti y por mucho tiempo — Regina acaricio la mejilla de su prometido — Y créeme que jamás pensé enamorarme de alguien más.
—Creo que eso responde a mi pregunta — Dijo él con tristeza — Tú ya no me amas.
—Claro que te amo... Siempre serás mi mejor amigo — Regina sonrió — Tú fuiste quien devolvió el propósito a mi vida y siempre estaré agradecida por eso.
—Eso es lo que importa — Robín sonrió y miro a Regina con ternura — Aquí tendrás siempre a tu mejor amigo... No quiero estar fuera de tu vida.
Regina no entendía como aquel hombre podía ser tan comprensivo. Como podía ser posible que así sin más aceptara que ella ya no lo quería más que como un amigo.
Ella no estaba mintiendo, Robín la ayudo en una etapa de su vida en donde no sabía qué hacer, y se había enamorado de él perdidamente. Pero la llegada de Emma lo había cambiado todo, no supo en qué momento paso, pero así había sido.
—Yo tampoco quiero que estés fuera de mi vida, pero no te obligare a quedarte cuando ya no quieras hacerlo.
—Se que será difícil para mí todo esto Regina, pero no te dejare sola.
Regina le sonrió y lo abrazo con fuerza. El saber que lo tenía ahí para ella le daba tanta tranquilidad.
Hace solo algunos días el doctor le había dicho a Robín que dentro de poco podría caminar y ambos estaban felices por eso. Pero ahora, Regina se sentía culpable por dejarlo en un momento en que él la necesitaba, se sentía culpable por no poder corresponderle el cariño que él le tenía. Pero ya no había nada que se pudiera hacer.
Después de varios minutos de silencio, Regina se decidió a contarle lo que había pasado con Emma omitiendo la parte de su noche juntas.
Robín escuchaba con atención, pero en su mirada se podía observar un dejo de tristeza y melancolía al escuchar los sentimientos de Regina hacia alguien más. Aunque ella lo contaba lo más delicadamente que podía, sabía que no podía protegerlo de todo dolor.

ESTÁS LEYENDO
How long will I love you - Swan Queen
RomanceUna actriz y una doctora que se conocen por accidente... y no del destino. Historia Swan Queen