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El sonido del cristal rompiéndose, seguido de un grito masculino se escuchó por toda la casa. Otro grito resonó, esta vez de un hombre más viejo, y luego un llanto femenino.
Una botella fue lanzada y se rompió el mil pedazos tal como la familia del joven Jeon, el cual había recibido golpes en su pómulo derecho y estómago, mientras que su madre, una bofetada.
— Niño estúpido — Dijo el causante del escándalo antes de irse por la puerta principal.
Jungkook siempre trataba de que su madre no saliese lastimada, aunque eso significase que el que saliese lastimado fuese él.
Por su parte, su madre no podía hacer más que llorar en silencio y sollozar de vez en cuando. Sentía impotencia, vergüenza, arrepentimiento, rabia, ira, tristeza... ... Miedo.
Pero en lugar de hacer algo, sólo se dedicó a disculparse entrecortadamente (debido a las lágrimas y sollozos) con su hijo.
— Lo siento — Susurró la mujer entre sollozos.
El muchacho fue por el alcohol y algodón para curar los rasguños que su joven madre tenía. Le dijo que intentase dormir un poco, que ya él se encargaría de limpiar todo. Al principio ella se negó pero al final acabó accediendo.
Soltó un suspiro al escuchar la puerta cerrarse.
Salió un momento de su casa por la puerta trasera que conectaba con un callejón. Por alguna razón el olor a cereza impregnaba el ambiente. Miró a ambos lados deseando no encontrarse con alguno de sus amigos idiotas o el causante de los golpes de su mejilla y estómago.
Al no ver a nadie buscó es su bolsillo trasero izquierdo y se extraño al no encontrar ni sus cigarrillos ni su encendedor. El recuerdo de cómo su madre era quemada por su esposo con esos cigarrillos llegó a su mente.
