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Jungkook y Aoi se juntaron la noche siguiente y compartieron bebidas y pizza, y claro, cigarrillos.
Después de esa noche los encuentros de ambos siguieron por más días, cinco, para ser exactos. Durante los primeros dos días, hablaban de las primeras tonterías que se les venían a la cabeza. El el tercer día ella le contó su historia:
"— Mis padres biológicos nos dieron en adopción a mi hermana y a mí cuando éramos pequeñas. He vivido con familias adoptivas desde que memoria. No solía quedarme en un lugar fijo por mucho tiempo, seis meses es lo máximo que he permanecido en un fijo. No tenía amigos, no tenía familia. A los quince me mudé aquí y tuve mi primera familia estable. Permanecí con ellos hasta los dieciocho. Tenían otros hijos, y aun salgo con ellos de vez en cuando —"
Le dijo que ella y su hermana eran gemelas, que se parecían bastante en cuanto a apariencia se trataba pero eran totalmente distintas en personalidad. También que la pareja a la que consideraban sus padres, habían adoptado a otros niños además de ellas ya que no podían tener hijos.
Por su parte, Jungkook la escuchó tan atentamente cómo ella lo había hecho cuando él contó su historia.
El cuarto día, ella le mostró otra terraza. Esta estaba en el lado opuesto de su departamento y daba vistas hacia una zona de la ciudad bastante hogareña y linda. Esa noche no hicieron más que disfrutar del silencio. Estaban tan relajados que permanecieron juntos hasta que amaneció. Jungkook tuvo que inventarle una excusa a su madre, quien estaba preocupada al no encontrarlo en su habitación.
El quinto día se cumplía esa noche.
Ambos se encontraban en la terraza del día anterior o cómo ella le había bautizado, "Su Lugar".
Tal como la noche anterior, el silencio reinaba con los únicos sonidos audibles de los chicos tomando de la botella de Tequila. El efecto del licor comenzó a hacerse notable cuando ambos comenzaron a hablar de tonterías que se les venían a la cabeza.
— ¿Aoi? — Llamó, a lo que ella volteó su rostro hacia él junto con un sonido de la garganta, que indicaba que tenía su atención.
Tal vez fue porque el alcohol infestaba sus sistemas, o porque no estaban seguros de sus acciones, pero lo hizo.