Eternos

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Tras una puesta de Sol en la playa
ella hacía su aparición,
el sol se escondía tras las montañas
y ella añoraba su calor.
Las estrellas la acompañan
pero tan cálidas ellas no son,
esperando el momento del eclipse
en el que pudiera ver a su amado Sol.

Y soy esa chica,
esa chica que en vez de dormir se quedaba admirándola,
blanca y preciosa,
con su bonito resplandor
que hace vibrar mentes y desvelar al corazón.

Poemas DesordenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora