Su corazón estaba tan congelado
como el frío de un invierno helado.
Lo que nadie sabía,
era que el frío también quema.Y quien parecía tan frío por fuera
por dentro tanto no lo era.
Y es que solo hacía falta alguien
que le trajese esplendor a su vida,
también otra alma perdida,
que antes de conocerle,
estuvo sumida es esa misma mentira.Hasta que conoció a su otra mitad desaparecida,
de la que nunca estuvo arrepentida
que causase un pequeño cambio,
ese pequeño cambio,
que cambió toda su vida.
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Poemas Desordenados
PoesiaSentimientos a flor de piel, estrofas que cuentan historias y versos que llegan al alma.