Capitulo 12

1.1K 133 33
                                    

-¿Qué quieres decir con que muero?

Cliff me echa una mirada elocuente y se mantiene en silencio.

-¿Cuánto tiempo me queda?¿Cómo sucederá?¿Cómo es que tú recuerdas todo esto y yo no?- grito exasperada.

-Woah, woah, woah. Esas son muchas preguntas nena. Mira, te explicaré todo, sólo... o me interrumpas.

Asiento y Clifford comienza a hablar.

-No sé porqué yo puedo recordarte y tú a mí no... Lo que has visto hasta ahora son nuestros primeros días juntos. Yo sólo... te encontré en el bosque cuando estaba patrullando. Sabía que mentías cuando me dijiste que te habías perdido, y luego otra vez cuando pregunté tu nombre; pero había algo en ti... no podía dejarte ahí indefensa. Así que te llevé conmigo...

<<La historia corta: en algún momento de nuestro viaje nos enamoramos, nos casamos. Y en la noche de bodas... mueres. Luego yo paso el resto de mi vida siendo miserable, y en algún momento vuelvo a nacer, y recuerdo nuestra historia y comienzo a buscarte.

<<Nunca estás en el mismo lugar; ni te llamas igual. Jamás me recuerdas. Pero yo sí lo hago. Todas nuestras veces juntos. Con claridad. Y te busco hasta que doy contigo. Te cuento todo esto e intento salvarte.

-¿Por qué?¿Por qué no sólo seguir con tu vida y enamorarte de alguien que no vaya a morir?- interrumpo sin poderme contener.

-Nadie es como tú- responde metiendo un mechón de mi cabello tras mi oreja con ternura-. Lo intentaré hasta que pueda salvarte, o hasta que deje de volver...

-Y esta... maldición ¿cómo sucedió?

-No lo sé- contesta pensativo-. Creo que excede el momento en que nos conocimos. Creo que tú debes recordarla, en algún momento, en alguna vida.

Me pongo de pie y comienzo a pasearme de un lado a otro de la habitación, con mi cabeza zumbando con toda esa nueva información.

-Es decir que has vivido esto... ¿cuántas veces?

-Esta es nuestra cuarta vez.

-Dices que yo... reencarno cada vez diferente. Con diferente nombre, conocidos, lugar de residencia. ¿Cómo funciona eso para ti?¿También renaces con distinta familia, amistades...?

-Algo así... Siempre en Escocia, siempre en las Highlands. Siempre soy Clifford Scott. La gente que me rodea... no es la misma- explica apenado.

No lo había pensado desde su punto de vista. Yo no recuerdo nada de ésto, a él; vivo una vida feliz hasta que lo conozco y entiendo que voy a morir. Pero él... él pasa su vida buscándome... y extrañando a aquellos amigos y familiares que conoció alguna vez.

-Y ¿cómo...?¿cuándo me recuerdas?

-Empiezo a tener estos... sueños. Memorias. De ti. Del bosque. De nuestros momentos juntos... Hasta que eventualmente recuerdo todo... Y te busco.

Cliff se pone de pie y me toma de las manos, deteniendo mi paseo. Sus dedos largos y callosos acarician mis brazos desde las muñecas a los hombros, una y otra vez.

-Todo esto es muy difícil de digerir- me dice suavemente-. ¿Por qué no duermes un poco, y seguiremos hablando luego?

-No quiero dormir. Quiero saberlo todo.

-Tenemos tiempo; seguiré aquí cuando despiertes.

Espera hasta que asiento y me guía hacia un dormitorio al fondo de la construcción. Al entrar, sigue caminando hasta detenerse frente a la cama; me empuja levemente hasta que acabo sentada sobre ésta. 

-Que descanses- murmura mientras deja el dormitorio.

Le doy vueltas a todo lo que ha dicho. Si todo esto es verdad, y tengo el completo presentimiento de que es así, no tenemos tiempo que perder... Puedo sentirlo; mi final acercándose. 

Hay algo que no cuadra, sin embargo.

Clifford dijo que cada vez debía buscarme y convencerme de todo esto. Dijo que yo jamás sabía nada de nuestras vidas juntos, o de él... 

Pero tengo un libro, un libro completo, que sugiere lo contrario.

Me pongo de pie con rapidez y vuelvo al salón. Cliff está en el sofá, perdido en sus pensamientos. Cuando siente mi presencia, se pone de pie y camina los metros que nos separan.

-Pensé que ibas a descansar.

-No hay tiempo para eso- respondo, moviéndome hacia el hall de entrada, donde dejé mi abrigo y mi bolso-. No puedo creer que no lo haya relacionado antes- explico mientras hurgo en mi éste último por el dispositivo USB que siempre llevo conmigo-; simplemente estalló en mi mente hace un segundo. Toma.

-¿Qué es esto?

-Esta es mi novela.

-¿El de los highlanders?

-No. Sobre ti.

-No lo entiendo...

-¿Recuerdas cuando nos conocimos?¿Cómo dejé caer esa botella? Fue porque te reconocí... Esto, mmm, no sabía en ese momento todo ésto, pero te reconocí. Hace unas semanas comencé a escribir este libro, sobre un highlander criador de caballos, llamado Clifford Scott. Su esposa, Evanna- observo cómo algo en su rostro se ilumina tras la mención de este nombre-, muere poco después de su boda, el se encuentra solo... Sólo léelo... Siento que no sólo te recordé a ti, si no toda nuestra historia.

-Evanna... Así te llamabas la última vez- dice con una sonrisa tímida.

-Esto- empiezo, de pronto tímida-... me iré a casa. Tengo un par de cosas que hacer...

-De acuerdo. ¿Volveré a verte?

-Esta noche. Mi casa. 7:30. Lee el manuscrito...

-Así lo haré.

Salgo al frío de la madrugada, finalmente con respuestas. Y un plan formándose en mi cabeza...

Para toda la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora