Capitulo 9 - "Un chico misterioso"

11 2 0
                                    

Nunca me imaginé que podría a ver dicho esto, ni siquiera pensé que esa idea se me pudiera cruzar por la cabeza. Y aún que a ningún chico de mi edad se le presentaría este pensamiento, a mí en estos momentos si. NO QUIERO QUE EXISTAN LOS FINES DE SEMANA. O por lo menos, no hasta que aparezca Mario.

Esta angustia cada día me consume más, ya no puedo ni quiero estar sin él.

Mis fines de semana han sido terribles, solo me la he pasado llorando, llamándole a sus padres cada segundo para darme cuenta si ya tienen noticias de él. No tengo ganas de salir, no me dan ganas de estar con alguien y cada segundo desaparecen mis ganas de hacer algo.

Hoy es sábado por la mañana y me madre cree que acompañándola al súper de compras me subirá el animo.

- Mamá, quiero quedarme en casa.
(Ruego pero es en vano)

- No, entiende, hija no saldrás de esta depresión si no lo intentas.

- Pero las depresiones no se curan acompañando a las madres al supermercado.

- Pero necesitas distraerte para olvidar por un momento lo que ha pasado.

- Pero...

- Shh, no aceptó ningún pero o excusa alguna, así que ¡¡vámonos!!

Estando en el centro comercial (supermercado) me distraje un momento al escuchar una canción de Shawn Mendes, me dirijo a un televisor de muestra en donde estaban transmitiendo un especial de este guapísimo cantante.
Totalmente me perdí y enfoque toda mi atención a la TV.

Sin darme cuenta mi madre se alejaba de mi y al parecer ella tampoco se percató de que estaba abandonando a su hija.

Después de unos cuantos minutos me di cuenta que mi madre había desaparecido de mi vista, trate de encontrarla pero fue inútil, pareciera como si ya no estuviera dentro del centro comercial. Decidí buscarla en el estacionamiento pero al llegar al lugar en donde se suponía que estaría nuestro auto, estaba vacío. Mi madre me había abandonado en este lugar.

No tengo ni una pizca de suerte. Estoy abandonada en un centro comercial, sola, mi cartera se quedó en el auto de mamá junto con mi celular.

A pasado media hora y no hay huellas de mi madre.

Decidí irme a casa caminando, queda algo retirado, pero no hay de otra.

Me faltaban unas cuantas cuadras para llegar a casa y desde que salí del estacionamiento he sentido que alguien me observa. Ésa sensación es horrible.

Pocos minutos antes de llegar a casa escuché pasos detrás de mí, al voltear no había nadie. Sentí que nuevamente alguien me observaba, nuevamente dirigí mi mirada hacia atrás y a unos cuantos metros estaba un poste y en aquel poste se encontraba una persona, no se le distinguía el rostro, llevaba una sudadera con su gorro puesto.

Se empezaba a dirigir a mí, entonces por instinto empecé a correr, corrí lo más rápido que pude pero eso fue en vano aquella persona me alcanzó, sujetándome de mi cintura con una mano sobre mi boca ahogaba un grito de ayuda. Mi corazón latía demasiado rápido, el miedo empezaba a surgir. No quería ser secuestrada, violada y ni quería morir sin saber algo de Mario, no quería morir sin antes haberle pedido perdón.

Mi mirada solamente se concentraba en esos lindos ojos color marrón, esos ojos llenos de misterio, pero absolutamente sin una pizca de maldad, no se porque por alguna razón esos ojos me brindaban seguridad.

Estaba en shock, eran mil cosas que pasaban por mi mente, no quería ser lastimada.
Una parte de mi me aseguraba que no pasaría nada malo, algo me hacía sentirme segura, era demasiado extraño tantas emociones a la vez.

Después de algunos segundos en silencio, de mi boca sólo salió un susurro:

- Por favor, no me hagas daño.

Era difícil ver su rostro por completo, pero tenía algo que se me hacía familiar, no sabía que, ni de dónde venía ese presentimiento.

"Llegue aquí sin pensar" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora