3.

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La cocina de los vengadores era muy movida a tempranas horas de cada mañana. Entre choques de vasos, sonidos de cucharas y apetitosos aromas, la amplia estancia se llenaba de vida y algarabía, y por supuesto, de alguno que otro chisme.

-El niño tiene un chupetón en el cuello -Clint Barton expresó como quien habla del clima.

-¡Felicidades, amigo! -Thor palmeó la espalda a un azorado Peter.

Clint se manifestó con risas y una obvia huida rápida, lejos del producto de su travesura y la mirada seria del capitán Rogers.

-Umm, ¿gracias? -el adolescente se hundió entre sus hombros y luego se alejó hacia el balcón exterior con su tazón de cereales. Necesitaba aire en sus mejillas calientes.

Peter revolvió la leche y la granola con insistencia mientras el frío de las afueras de la base le golpeaba el rostro, el verde elegante era una buena distracción de la vergüenza que burbujeaba en su estómago.

-Conseguirás leche batida, muchacho.

Peter volteó de inmediato hacia Steve quien yacía apoyado contra la puerta de vidrio ya cerrada. Pudo apreciar que Thor en la cocina lucia muy entretenido arrasando con la nevera. Estaban a solas entonces, eso lo relajó en parte, él no se burlaria y tampoco actuaría inoportuno, pero no estaba garantizado el silencio del hombre.

-Hey, tranquilo... -sonrió Steve, instandole a relajarse -es normal tener uno, ya sabes, es parte de tener una relación y todo lo que ello conlleva.

Spiderman probó una cucharada de su cereal remojado antes de contestar. -Lo sé, señor...

-No dejes que Clint te intimide, él es así y no lo hace con mala intención. Él apoya tu relación, al igual que yo.

Steve ya no le miraba, estaba apoyado en la barandilla del balcón. -El clima es estupendo para correr, ¿no crees?

-Sí, el invierno le da estilo -dijo Peter, sonando algo torpe.

-Acompáñame.

No pudo negarse. Pronto se encontró trotando bajo el suave sol y sobre el crujiente sendero, yendo tras Steve a un ritmo aceptable. Una parte de su pecho se hinchó con orgullo, era capaz de seguirle el paso con facilidad al Capitán América. Y todavía no comenzaba a sudar siquiera.

-¿Una carrera? -sugirió Steve, mirándole sobre el hombro.

-Prepárese para ser sorprendido.

Terminó con la cabeza entre las rodillas y unas fuertes ganas de vomitar. -No siento mis piernas...

Steve se sentó a su lado en el césped y le palmeó la espalda. -Fuiste un contrincante exceptional, pero bebiste demasiada leche.

-Lo sé... -se quejó-...no es justo. ¿Habrá una próxima? ¡Necesito una revancha!

-Por supuesto, y si te anima, incluso te diré que Tony no hubiera llegado tan lejos.

A pesar del tono de broma empleado que pudo notar su cuerpo se tensó un instante, recordando.

-¿En serio lo aprueba?

-¿Tu relación con Tony?

Peter se mordió los labios antes de enfrentarse a la mirada pacífica del Capitán. -Sí.

Steve exhaló y se estiró de espaldas en el pasto.
-¿Él es abusivo contigo?

Peter frunció las cejas. -Claro que no.

-¿Te manipula de alguna forma?

-No.

-¿Ha vulnerado tu consentimiento?

-Nunca lo ha hecho, él me cuida y me respeta, él... -contestó sin parar. -Él me ama...

-¿Entonces? ¿Por qué debería estar en contra?

Y Peter comprendió. -No es la reacción que suelo recibir... Lo siento.

-Sin disculpas, quería que te dieras cuentas, muchacho. Amor es amor. Y no eres un niño.

La mirada cálida de Steve Rogers le hizo sentir de maravilla, aceptado.

-Gracias, Steve...

-De nada, Sr. Parker.

Highway to HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora