4.

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Peter estaba nervioso, llevaba moviendo y golpeando su pie en el piso del salón de manera silenciosa y continua a lo largo de todo el último período de la clase de español.

-Sr. Parker ¿quiere ir al baño acaso?

-¿Qué? No, profesora. Lo siento.

-Segunda vez que se lo pregunto.

La clase rió y Peter se hundió en el asiento, entonces miró con disimulada desesperación la hora en su celular. Faltaban 5 minutos para ser libre. 5 minutos y tendría su cita. 

La expresión boba en su rostro se mantuvo mientras ordenaba sus útiles escolares y revisaba rápidamente si había copiado los ejercicios para entregarlos la clase siguiente. Un pequeño acto de responsabilidad después de su distracción mayoritaria durante la clase.

Una vez afuera, vistiendo su traje y posado en lo alto de una edificación colindante, la libertad y el entusiasmo que recorrían a Peter amenazaba con exceder el borde de los parámetros exageradamente altos de lo que era el amor adolescente. Palpó con satisfacción el bulto crujiente que era el sandwich hecho en pan de baguette dentro de la bolsa de papel marrón.

Como sigas acariciando ese sándwich con forma de pene me pondré celoso.

—¡Tony!

Reemplazado por un sándwich...

—Tony...

—Sabía que esto pasaría algún día, eres joven, impetuoso y tu líbido es insaciable.

Peter no habló hasta después de haber lanzado una telaraña en el casco de Iron Man.
Tony, por supuesto, luego del ataque juguetón bajó la máscara dorada y exigió un beso de saludo.

—El sándwich es para ti. Ya sabes, te lo mencioné esta mañana en el mensaje de texto después de que dijeras que no habías comido nada —Dijo Peter, separándose y volviendo a poner la máscara elásticada en su lugar.

Tony rodó los ojos y tomó asiento en el borde del edificio —Suenas como una esposa regañona.

Peter comenzó a ruborizarse —Querrás decir esposo, soy hombre.

—¿Así que quieres casarte conmigo? Es algo pronto e ilegal per-

—¡No! Digo... ¡Sí!

—¿Ah sí? —Tony sacó el delicioso sándwich desde la bolsa y antes de darle una mordida atrajo a Peter hacia sí y lo sentó en su regazo, quedando así ambos al borde del abismo de concreto. —¿Quieres casarte conmigo?

—No estas hablando en serio, tengo dieciséis y no he terminado la escuela, yo-

—Hey, Peter, cálmate. Recuerda, tengo tus signos vitales monitorieados a través de Karen y ahora me dice que pareces al borde del colapso nervioso.

—Sí, es sólo... —Respiró profundo y el sonido salió amortiguado por la máscara—no me hagas esas bromas...

—Lo siento, aunque no es broma. Algún día serás lo suficientemente mayor y podrás si así lo quieres.

—Come tu sándwich —Peter habló y lo calló con un beso a través de la máscara. Sentía que la tela se iba a derretir por el rubor abrasador que lo invadía.

—Sí, futuro Peter Parker de Stark.

Highway to HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora