#38.

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Narrado por Brian.

Estábamos todos hablando tan libremente, el ambiente se sentía bien, hasta que dirigí la mirada al camino y me pareció extraño... Este camino lo conozco perfectamente y se donde nos dirigimos.

-Deten el auto.- demandé, y el seguía su camino, pareciese como si me estuviera ignorando, los demás solo quitaron sus sonrisas y prestaron atención a la situación.- no me oíste? Dije que detuvieras el auto, en este momento!- grité.

-No puedo, señorito Brian.- dijo sin despegar la mirada del camino.- La señora, mandó a que los llevará a casa, quieran o no, me prohibió seguir sus órdenes.

-¿Que dices?...

-Asi como dije... Los necesita.- habló serio.

-Esta bien, me necesita a mi, no es así? Deja ir a los otros.- maldición! Esto se está complicando cada vez más.

-No puedo, las órdenes de la señora es llevarlo con quien esté usted.

Guarde silencio, para que me necesita a estas horas de la noche está bruja.

Mire a Julián y al parecer estaba incomodo, ya que se mordía el labio inferior, estoy conociendo más de el... Y  con cada pequeña cosa, me termina gustando más que antes.

Pasaron unos minutos y terminamos llegando, abrieron las rejas, entramos, nos dejó al frente de la puerta.

-Bueno... Esta es mi casa.- dije incomodo.- lo siento... Por no poder llevarlos a dónde les dije, realmente lo siento.- me disculpé de inmediato.

-Esto es una casa?- preguntó Daniel.- es una mansión!- dijo sorprendido.- vives bien, tienes una casa enorme y...

-Puede ser una casa enorme... Muy bonita, pero es muy vacía, y me refiero al cariño de tus padres y si a ellos solo les importa las cosas materiales, más que a su propio hijo, para que la necesitas?- solté sin pensar, y al darme cuenta de lo que dije, me sorprendí, Julián no había dicho nada en todo el camino, ahora solo me mira con tristeza, no pongas esa mirada... Por favor.- Estoy bien...- le dije con una sonrisa, pero él no dijo nada... Al parecer, sabe que estoy mintiendo.

-Joven Brian!- dijo una empleada con alegría, a decir verdad, es la que lleva más tiempo aquí, ella parece más mi madre, que esa señora con varios lujos.- Me alegra volver a verlo, después de tanto tiempo!- me abrazo.- lo siento... Se que no tengo permitido abrazarlo, pero es que apenas me dijeron que usted vendría, me alegré demasiado!- me miro, y yo solo podría sonreírle.- también me enteré que a estado trabajando, y así con lo que ganaba, compraba sus propias cosas, eso me pone muy feliz- todo lo que decía... Parecía estar orgullosa de mi.

-Tambien te extrañe, Lucí.- dije con una sonrisa y ella solo me miraba con atención.

-Verdad! Su madre lo necesita, dijo que lo esperaba en el despacho.- habló.

-Esta bien... Le puedes enseñar la casa a ellos, mientras hablo con mi madre? Es para que no se aburran.- dije con una sonrisa y ella asintió, yo me adentre, no sin antes mandarle un beso a Julián, y el se sonrojo un poco.

Cuando ya llegué al despacho, que se hallaba en el segundo piso, golpeó tres veces hasta que escucho un "Pasé".

-Para que me llamaste, madre?- fui directo al punto.

-Estoy muy bien, gracias.- dijo con sarcasmo.- mañana viene la familia de tu prometida, y quieren conocerte.

-Si no quieres que te deje en ridículo, cancela eso.- dije firme.

-No se en que te fijaste en ese mocoso! Ni siquiera tiene en que caerse muerto!

-No tienes porque averiguar su vida! No tienes ningún derecho en meterte en su vida, madre! Acaso el lo a hecho en la tuya?.- esta mujer me saca de quicio...- y para que te quede claro, yo me enamoré de el, y nada va a cambiar eso, ni tu, ni esa mujer que buscaste no se de donde.

Cuando dije eso, me di la vuelta y abrí la puerta, pero antes de salir, ella me detuvo.

-Brian, quise hacer esto más fácil, pero al parecer te gusta lo difícil, eh? Hijo.

-No me hagas perder más mi tiempo, por favor.- dije y cerré la puerta fuertemente detrás de mi.

El Chico De Los Piropos. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora