Capítulo 9: Descubrimientos

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El mundo para los seres humanos ha cambiado radicalmente.

Se puede ver a muchas personas aceleradas por todas partes, en los pueblos y las ciudades, viajando a caballo o en automóviles, o incluso en otros tipos de vehículos motorizados.

La noticia se ha esparcido a pasos veloces, los bordes de la tierra realmente existen y se encuentran tras las montañas que rodean toda la vasta región.

Grandes especulaciones ahora entran en vigor sobre lo que hay abajo, tras caer por los bordes, y muchas opiniones y variadas hay al respecto, pero ninguna se podrá tomar como verdadera hasta que no se compruebe lo que en realidad pasa al caer.

Sin embargo las cosas no son tan fáciles, pues una semana atrás, cuando Rosenbaum y la Brigada Carmesí acabó finalmente con las horribles harpías, y llegaron a ver los bordes de la tierra, no pudieron llegar hasta allí puesto que descubrieron una aldea de fenómenos viviendo justo en todo el perímetro del área, como si fuera la última defensa que se manifiesta para evitar que los humanos sigan adelante.

Ahora requieren de un nuevo plan, pues aquellas criaturas se movilizaron y de vez en cuando mandan algunos guerreros a atacar los poblados y las ciudades.

Esto no supone ningún problema, pues además de que las fuerzas armadas de las ciudades hacen su trabajo haciéndoles frente, la Brigada Carmesí también se interpone y salva las vidas de los ciudadanos.

Las personas poco a poco han ido cambiando la manera en que ven a éstos caballeros, y ahora los han tomado por héroes o defensores del bien.

Mas sin embargo, a pesar de todos los avances antes descritos, hay algunos que no quieren molestar más a aquellas aldeas de fenómenos extraños, y prefieren encerrarse en la comodidad de sus casas.

Mientras tanto, con todo el panorama caótico y victorioso, regresamos a la guarida de la Brigada, donde Nibsy está analizando las muestras de células de aquellas criaturas, tanto de las harpías como de otros monstruos menores que han combatido.

La joven científica se encuentra muy entusiasmada mirando por el microscopio, y en ese momento entra Irwin al laboratorio.

—Esto es fascinante— Dijo Nibsy

—¿Qué es lo fascinante?— Preguntó Irwin curioso

—Éstas células, sea que estén vivas o muertas, reaccionan a los diferentes elementos con los que los he puesto a interactuar—

—¿A qué se debe?—

—No estoy segura, pero creo que el ADN de estos individuos se altera con la radiación muy fácilmente—

—No soy biólogo, pero que ¿acaso no cualquier ser vivo es afectado por la radiación?—

—Sí, pero en ellos es diferente, parece ser que algo más alteró su estructura genética, y hay elementos que causan diferentes modificaciones y reacciones—

—Interesante, ¿ya los has probado?—

—Estoy en esa fase—

Nibsy le muestra a Irwin algunos experimentos que hizo con Chuck, primero exponiéndolo a un poco de uranio, que hizo que el sujeto de prueba se retorciera como una lombriz en el suelo, al parecer experimentó dolor en todo el cuerpo.

Otro experimento constaba de pedirle a Chuck que se transformara en insecto mientras hacían funcionar los radios cerca de él para probar si las frecuencias de ondas le hacían algo.

El resultado fue inesperado, pues Chuck no experimentó dolor alguno, pero pudo transformarse a duras penas en un insecto pequeño a comparación de las anteriores ocasiones.

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