Amar no es tan fácil (Un Amor No Planeado 2)

24: Misterio (casi) resuelto

Esta noche, Alexa dormirá en casa de Cath, y esperan conseguir algo de información para mañana.

Hace ya un rato que Diann y Johan se fueron, pero prometieron seguir en contacto para hablar sobre lo que averiguamos.

Estoy muy nerviosa. Siento que mi estómago no para de dar vueltas. Tengo miedo. Y pienso qué tal vez no hubiera sido buena idea investigar sobre esto. Es decir, es muy arriesgado. ¿Y se Chase sospecha que yo sigo sintiendo algo por él? No lo soportaría. Quizás el no querría ni mirarme después de eso.

Esta noche casi no puedo dormir, pensando en que será si Cath y Alexa logran descubrir algo acerca de esa pequeña cajita.

Me despierto de golpe al escuchar la vibración de mi teléfono sobre la mesa. ¿No se supone que la vibración debería ser silenciosa?

Veo mi reloj de mano. Son las 9:30. Veo la pantalla de mi teléfono que sigue vibrando. En la pantalla se puede ver: cath.lake@icloud.com  quiere usar Face Time.

De inmediato se de quién es ese correo tan obvio y contesto.

Conectando...

De pronto, ambas niñas aparecen en la pantalla.

—¡Charlie! —dice Cath— tenemos noticias.

—Aunque... no muy buenas —agrega Alexa y Cath le lanza una mirada gruñona.

—Está bien, no importa, ¡díganme ahora! —digo desesperada por tener noticias.

—Chase... nos dijo que no sabía nada acerca de la caja —dice Alexa.

—¡Alexa! —la regaña Cath— así no se supondría que le diríamos.

—¿Como? A ver, explíquenme como fue todo. —estoy confundida. Presiento que esas chamacas metieron la pata.

Las niñas me explican que hicieron todo tal y como Johan les dijo: ir con Chase, decirle que encontraron una caja debajo de mi cama, y preguntarle si el había sido, diciéndole que habían visto su nombre en la etiqueta de la caja.

—Pero nos dijo que no tenía I-DE-A —dijo Alexa.

—Lo sentimos Charlie... —dice Cath.

—Está bien cu... Cath —digo y suelto un suspiro de decepción.

—Nos vamos, Chase ya salió de bañarse y viene para el cuarto —dice Cath.

—Bueno, me dicen si descubren algo más —digo, pero no creo que logren algo.

—Adiós cuñ... digo Charlie —dijo Cath que también se acostumbró al apodo.

—Bye —digo, y presiono el botón rojo de mi teléfono.

Suelto un laaaargo y profundo suspiro. No puedo creerlo. El plan falló. ¿Y ahora que?

Me tiro en la cama pero apenas mi cabeza toca la almohada, mi teléfono vuelve a sonar.

Me estiro para alcanzarlo y contesto.

—¿Hola?

—¡Charlie! ¿Qué pasó? ¿Ya averiguaste algo? —es Diann del otro lado de la línea.

—Emm... no... exactamente —digo— Chase les dijo a las niñas que no tenía idea de la cajita.

—¿Como? Espera... —se escucha ruido del otro lado de la línea— es que Johan está aquí... —otra vez balbuceos— ¿está bien si nos vemos hoy en tu casa?

—Perfecto. Me vendría bien algo de compañía —digo—nos vemos.

—¡Nos vemos! —dice Johan gritando al teléfono, y no puedo evitar reír.