Y se despertó,
un poco aturdida aun por todo lo que había pasado.
Despeinada, como siempre.
Atisba encima de la mesa,
unas rosas negras,
como ella,
misteriosas, inmarcesibles, bonitas, puras.
Sabe de quien son, pero no lo quiere entender,
ella es una flor mas en esta tenue habitacion.
Seguramente, ella se marchite cada noche,
para que su fruto brille a la mañana.
Pero no por quien las trajo,
ya no es su alimento.
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Pedazos de mi
PoetryPara toda aquella gente luchadora, que un día salió adelante, a pesar de todas aquellas razones que se lo impedían.