Capítulo 5

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Mi gerente Bob se encontraba en una charla interminable con una clienta lo que hacía que no me pudiera ir ya que hoy me daría mi pago del mes más las horas extras. Lo veo parlotear y suponía que contaba como se haría rico, era un hombre tan agradable que todo el mundo adoraba, incluyéndome. No tenía hijos ni esposa pero eso a el parecía no importarle. Era alguien extrañó de una linda manera, dependiendo del día hacía algo diferente, escribía cuentos sobre el espacio y el cosmos, leía recetas veganas cuando era un amante de la carne, planeaba vacaciones o actividades que finalmente nunca realizaba, era un soñador y alguien muy admirable. Finalmente terminó su charla y se acercó a mí. Su cuerpo regordete caminaba a pasos lentos, Bob emanaba pura simpatía al momento de cruzarte con el. Me sonrió y del bolsillo de su saco tomo un sobre

-Aquí tienes pequeña- Dijo cariñosamente como el solía llamarme mientras me entregaba el sobre, lo tome y simplemente lo guardé en mi bolso- Has trabajado mucho estas semanas tomate dos días de descanso- Ofreció anotando algo en su libreta

- No puedo Bob- Expliqué y el dejo de escribir para ponerme atención- Charlie se fue del departamento y bueno, debo trabajar un poco más- Y recordé mi idea de buscar un empleo mejor, algo de nostalgia me invadió por un momento, extrañaría el lugar y sobre todo a Bob

-Sabes que puedes pedirme más dinero si es necesario pero ahora niña de verdad ve a descansar has trabajado mucho- Podía notar su preocupación. Bob era la clase de persona que te preguntaba "¿Cómo estás?" y en verdad quería saber cómo te encontrabas porque verdaderamente le interesaba. Me había ayudado mucho cuando mi padre murió y por eso estaba eternamente agradecida. Pensé en los días de descanso y finalmente termine aceptando, no me vendría mal, aprovecharía para hacer unos cambios en el departamento ya que ahora que Charlie se había ido había mucho más espacio y parecía algo vacío. Me despedí de Bob y salí de la cafetería para tomar el autobús. Hoy no tenia ganas de caminar hacia demasiado calor.

Es sábado y la gente parece caminar más lento que de costumbre, el calor supongo. Bajó del autobús que para mí suerte me deja a solo una calle del edificio. Unos niños pasan corriendo por mi lado y inevitablemente sonrió. Recuerdo la belleza de la infancia, la inocencia y como no dejábamos ser afectados por cosas sin importancia, en ese entonces el dolor más grande era no poder jugar con nuestros amigos o el rechazo de nuestros padres. Los mire alejarse y desee que la niñez les pasará lo más lento posible aunque sabía que en sus corazones lo único que anelhaban era crecer, como todo niño.

Llegué finalmente y observé el desastre de mi departamento, me estaba volviendo como Charlie. Negué con la cabeza mientras sonreía al recordarlo. Me dispuse a acomodar un poco y mover los muebles para que el espacio vacío por lo que se llevó mi amigo no haga el ambiente tan desolado.

-Al fin- Dije para mí misma cuando terminé. Aunque todavía me quedaban las bolsas de todo lo que no servía que sorprendentemente era bastante. Acumulamos mucho cosas que jamás usamos y que no le serviría a nadie así que no quedaba de otra que desecharlas. Tome un vestido de verano simple que usaba para estar en casa, era de mis favoritos y me lo coloque, me encontraba en ropa interior por lo exaustante de ordenar con semejante calor. Me dirigí hacia el cuarto del edificio donde debíamos dejar la basura y luego el encargado la desechaba. Subí las escaleras y deje las bolsas en el gran cesto que habían designado para mi piso

-¿Siempre andas con poca ropa por el edificio? Estaré más atento- Hablaron detrás mío. Styles. Pude reconocerlo  por su comentario fuera de lugar y su voz gruesa. Me gire para confrontarlo, se encontraba con el torso desnudo. Podía ver que estaba algo transpirado y entendí que estaba haciendo ejercicio. Llevaba unas cajas en sus brazos, algo pesadas pero él parecía no poner demasiado esfuerzo. Me miraba algo expectante y me di cuenta que me habia tomado algo de tiempo en observarlo. Mierda Maggie

-Lo hago para provocar cerdos como tú Styles- Hablo sarcásticamente

-Lo conseguiste entonces- Dice al momento que deja las cajas- Mueres tanto por mí que ya sabes mi apellido me sorprendes Maggie- Abrí mi boca para contestarle pero la volví a cerrar, lo había llamado por su apellido y el sabía mi nombre. ¿De donde rayos saco mi nombre?

- ¿Como sabés mi nombre?- Pregunté. El sonrió como si supiera todos los secretos del mundo

-Tengo ciertos contactos- Explica y me guiña el ojo. La intriga de saber quién le dijo me invade

-Mueres tanto por mí que ya sabes mi nombre- Utilizo la misma frase que el. Yo también puedo jugar tu mismo juego. Por sus ojos el parece estar disfrutando mis contraataques ya que veo interés en ellos. El cambia su mirada cuando su vista se fija en mis labios pero enseguida la retira. Admito que su jueguito me tenía interesada pero no quería que el lo notara, sabía que era eso lo que él quería conseguir-Debo irme tengo cosas que hacer- Miento. Me doy media vuelta rápidamente y antes de poner un pie en la escalera hacia el piso de mi departamento el habla haciendo que me voltee a mirarlo

-Fue Bob- Y me sorprende escuchar el nombre de mi simpático jefe

-¿Cómo conoces a Bob?- Pregunté. Ya empezaba a asustarme todo lo que Harry sabía de mi en poco tiempo sin que algo salga de mi boca

-Hoy te vi, no sabía que trabajabas en mi cafetería favorita- Explica. Todo termina de encajar. Entendía a lo que  que se refería con su cafetería favorita porque también era la mía aunque trabajara ahí. Era un lugar que te hacía sentir como si estuvieras  en tu casa, era muy cálido y pintoresco- Conozco a Bob hace bastante tiempo pero jamás te había cruzado

-Es porque siempre estoy atendiendo del otro lado y raramente me toca atender en ese sector- Bob no me había dicho nada acerca de alguien preguntando por mí hoy. Me sorprendía que le haya dicho mi verdadero nombre ya que siempre que alguien le hablaba por mí mentia y decía algún nombre diferente hasta incluso los más raros que podían existír

-Me dijo que te llamabas Caliope pero Bob es muy malo mintiendo así que no le quedó de otra que decirme tu nombre verdadero- Largué una carcajada inevitable por el nombre bastante llamativo que Bob había elegido para mi. Harry río también y me impresiono ver que era la única vez que lo veía reír sinceramente. Unos hoyuelos se formaron en sus mejillas. Podía sentir que se encontraba cómodo y no en su actitud intimidante que todos hablaban

-No puedo creer haya quebrado nuestro trato- Digo fingiendo estar ofendida

-No solo me dijo eso- Agregó misterioso como solía hacer con todo lo que decía. Antes de que pudiera preguntarle que cosas le había dicho de mi su celular comenzó a sonar, el miro la pantalla y frunció el seño. Parecía enojado- Debo atender- Hablo duramente con claro molestia en su voz. Me impactó su cambio de humor por una simple llamada. Entendí que no quería que escuchara. Me di la vuelta y baje hacia mi departamento no sin antes escuchar la puerta de su departamento cerrarse

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