-¡Yay! -,gritaba la pequeña emocionada -Hoy es el día, hoy es el día.
-¿Por qué tan emocionada? -,pregunta Mason -Todavía faltan dos semanas para tu cumpleaños.
-No es por eso, hoy es el día.
-¿El día de qué?
-El día en que Aaron traerá a algunos amigos a casa -,dijo con una gran sonrisa que dejaba al descubierto unos adorables hoyuelos.
-Oh... ya ví de qué va todo esto -,sonreí un poco.
-¿De qué te ríes? -,pregunta Mason obviamente celoso.
-Cariño... creo que a tu hija le gusta uno de los compañeros de Aaron -,seguí riendo al ver la cara de celos de Mason.
-¿Qué?... P-pero es-es una niña -dijo trabandose -Solo tiene ocho años... y esos mocosos ya tienen diez.
-Papi, estoy por cumplir los nueve, tú lo dijiste solo faltan dos semanas.
-Me niego rotundamente -,dijo mi esposo cruzándose de brazos como un niño de cinco años.
En eso tocan el timbre.
-Deben ser los amigos de Aaron -,digo y río todavía más fuerte al ver la vena que estaba a punto de explotar de la frente de Mason.
-Yo voy -,dice Aaron dirijiendose a la puerta.
Unos segundos después entra Aaron junto a tres niños de su misma edad.
-Mamá, ellos son Brad -,dice señalando al castaño pecoso -Iker -,el único chico con gafas y estas son extremadamente grandes -Y Manuel -el pelinegro, nuestro vecino.
-Un gusto señora -,dicen los tres niños, se ven muy caballeros.
-Igual, pero díganme Sam, me hacen sentir vieja.
Sonrío a los niños y veo a Daisy, mi pequeña castaña estaba embobada viendo al pelinegro.
-Aaron, cariño... ¿Porqué no le prensentas tus amigos a tu hermana?
Él se ríe un poco pero me obedece.
Después de eso todos se van a jugar y yo me quedo en la cocina con Mason.
-Vamos Mason... los niños se ven buenas personas, sus padres los están criando bien, y te recuerdo que Daisy no va a ser una niña para siempre, va a tener que crecer, y conocer muchachos, saber lo que es el amor.
-No si yo lo puedo evitar -,dice arrugando la cara y cruzando sus brazos sobre su pecho.
-Mason -,lo reprendo.
-De acuerdo pero seré celoso ¿sí? protegeré a mi hija hasta mi último día de vida.
Sonreí
-Sé que lo harás y te lo agradecerá pero ahora tienes que ayudarme con la comida.
-Bien.
Yo suelto una carcajada y él me mira serio .
-¿De que te ríes?
-De que Manuel será tu próximo yerno.
Y al decirlo su humor se elevó hasta el infierno.
N/a:
Hola otra vez, si quieres leer la secuela entra a mi perfil y busca "Atrápame si puedes", espero que hayas disfrutado mucho esta historia y gracias por llegar hasta aquí.
Nos leemos luego.
-Lu.
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Chears √
HumorUna estudiante normal en el instituto de Lincoln high, aunque un poco rebelde y con mucha mala suerte es expulsada de su residencia actual. Para evitar que la expulsen del instituto, deberá ahora vivir con su hermano en una residencia para hombres...