02: "Nada de trampas"

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El Instituto de Salud Mental Weitch había sido construido en la zona antigua de la ciudad, donde los fundadores de la misma poseían sus fincas durante el siglo anterior. Allí por donde mirara, la visión de Stefania solo lograba captar kilómetros de área campestre, explanadas verdes, arboladas y descuidados follajes.

Un sólido muro de concreto se elevaba varios metros sobre el suelo, rodeando el edificio de tres plantas donde funcionaba el instituto. Cole y Stefania ingresaron a uno de los consultorios situados en el primer piso.

—Lo que usted me está pidiendo, señorita Krause, no se ajusta a ninguna ley de esta institución— Explicó el director, un psiquiatra que portaba un largo pelo canoso y observaba a Stefania con grandes ojos color azul eléctrico. —Desde el momento que Justin Bieber fue juzgado y luego ingresado en Weitch , su caso pertenece al Estado. Ningún familiar quiso responsabilizarse de él, por lo tanto, su estadía aquí y todo lo que ella implica quedó en nuestras manos.

—Es por eso que me ofrezco a firmar su tutela ahora. He estado en la fiscalía y he revisado el caso de Justin. Su condena de ingresar a este instituto no indica una cantidad específica de años, solo dice...— La joven levantó el papel que sostenía en sus manos y leyó: —"Hasta que pueda reinsertarse en la sociedad, ajustándose a las normas morales y leyes cívicas de la misma" Y por lo que he visto en su informe, Justin parece haber mejorado mucho. Sin embargo, ¿Cómo podría saber si está listo para volver al mundo si ni siquiera tiene acceso a él?

—Justin tiene acceso al exterior. Ha avanzado mucho en su tratamiento y debido a eso ha obtenido el privilegio de salir. Viajó al centro de la ciudad varias veces, incluso a lugares concurridos. Es ahí donde evaluamos su capacidad para ser reinsertado. Pero siempre que sale, lo hace por corto tiempo y bajo la supervisión de nuestros profesionales. No podemos lanzarlo afuera sin antes transcurrir por una etapa de adaptación.

—Por supuesto. Sería inverosímil que lo hagan—  Acordó ella, persuasiva. —Pero para iniciar esa etapa de adaptación, necesita tener un lugar seguro en el que establecerse fuera de estas paredes y, por lo que sé, ahora no lo tiene. Estoy ofreciéndome a ser ese lugar seguro... Él podría empezar a salir más veces a la semana, tal vez crear algún tipo de rutina allá afuera. Es la única forma de saber si realmente podrá afrontarlo.

El psiquiatra mantuvo la mirada fija en la chica sentada frente a él. Sus enormes irises brillaban con interés.

—¿Dijiste que estás obteniendo tu licenciatura en Psicología? — Preguntó.

Stefania asintió. —Y el caso de Justin será grandioso para mi tesis... Además, mi interés es personal.

Cole, sentado a su lado, se tensó. Por supuesto, no revelaría los verdaderos motivos por los que estaba pidiendo aquello. Se negarían a su petición si supieran que pretendía utilizar a uno de sus pacientes para resolver un homicidio... Varios de ellos. Sin embargo, se había capacitado para perseverar la salud mental de Justin mientras lo integraba en su tarea. No pretendía causarle daño.

—No estoy seguro de poder delegarle esto...— El doctor dudó.

—Yo lo estoy. Tengo el mejor promedio de la Universidad, varias prácticas hechas y estoy segura de poder manejar el caso... Doctor, considere esto: Justin tiene apenas 24 años, de los cuales siete ha pasado encerrado aquí. Necesitamos chequear su conducta en relación a la sociedad porque ese es el núcleo de su problema ¿Verdad? Un Trastorno de la Personalidad Antisocial. Pero no pueden hacerlo mientras sus salidas sean tan esporádicas y superfluas.

—Nos costó dos años de tratamientos con fuertes medicamentos y sesiones de terapia lograr ver un cambio significativo en Justin. A pesar del enorme avance que ha hecho hasta ahora, no podemos estar seguros que no vaya a declinarse por impulso en cualquier momento... De hecho, señorita Krause, ni siquiera podemos estar seguros de que sea real. Recuerde que una personalidad psicopática puede fingir perfectamente un comportamiento normal.

Serial Killer: Rastro de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora