— ¿Estás segura que así está bien? —La estilista estaba atando las cintas de mis zapatos de tacón, unos bellos zapatos color morado.
— ¡Claro! cuando las cintas están muy apretadas no me siento cómoda en la pasarela —dije mientras me arreglaba unos flequillos rebeldes que no querían se parte del peinado. Noté por el espejo la mirada de desconfianza que me daba la estilista, de seguro ella estaba esperando a que yo cambiara de opinión. Suspiré y eché un mechón de cabello hacía atrás, para luego apartar la vista del espejo y mirarla a ella con seriedad—. En serio, es sólo ir y regresar, no me tardaré ni 2 minutos, además nunca he tenido problemas con esto —Me levanté del sillón y me acomodé la falda de chifón.
— No quiero que después venga Louis y me de un sermón, por eso te lo digo, Lydia —Sé muy bien lo que es un sermón de mi mánager, escucho diariamente como tres, incluso más, pero ya he encontrado muchas formas de lidiar con él, Louis es fácil de tranquilizar. Le dije a la estilista que todo iba a estar bien, tuve que inclinarme un poco para verla porque los tacones eran muy altos, ella parecía una niña delante de mi. Escuché un chillido de una molesta modelo, lo que hizo que la estilista corriera hacia ella, la chica señalaba su cabeza mientras lloraba, al parecer tenía una crisis con su cabello , ¿y cómo no? si el peinado que le hicieron parecía un nido de pájaro.
— ¡Lydia! ¡Apresúrate! ya casi es tu turno —Sentí como me arrastraba una mano con fuerza, era mi mánager, caminaba todo desesperado mientras sostenía mi brazo con un firme agarre; no me di cuenta en qué momento se había echado laca en el cabello y había cambiado su saco y corbata, no por nada le decía Mr. Flash, de un segundo a otro él podía cambiar su look desde los pies hasta la cabeza.
Al llegar a la puerta donde estaba la fila de modelos que iban a entrar a la pasarela me di cuenta que mi vestuario era más suave y delicado pero aún así la falda de chifón era más grande en comparación con las 4 modelos que ya habían desfilado.
Louis me dijo antes de que llegáramos al evento que, cómo yo era una de las últimas sensaciones de Corea, los diseñadores querían que yo luciera sus trajes más relevantes.
Mi padre es Coreano y mi madre Venezolana, no fue fácil entrar a la industria del modelaje, había mucha competencia, y yo de verdad quería ser modelo, y por suerte del destino conocí a Luois, el cuál era amigo de mi hermano mayor y quería que él fuera modelo, pero no, mi hermano no le interesaba nada que tuviera que ver con moda, y cuando Louis me conoció enseguida dejo el acoso hacía mi hermano y se propuso a enseñarme todo acerca del modelaje.
Y desde entonces soy una de las modelos de la compañía Peach&Chocolat., dónde no sólo hay modelos, también hay cantantes, actores, diseñadores, productores, cineastas, etc.
Estaba muy orgullosa por lo que había logrado hasta este momento, pero aún me faltaban muchas cosas por aprender.
— Aún con esos tacones te sigues viendo pequeña — ¡¿Qué demonios?!, di un brinco con una mano en el pecho y me giré. Esa voz me tomó desprevenida, él estaba pasándose una mano por sus cabellos; me miró y me dio una de sus ridículas medias sonrisas, ese idiota realmente me había asustado; miré hacia el frente para que no notara mi nerviosismo, no podía mostrarme confusa ante él, luego lo enfrenté cruzando mis brazos, manteniendo la paciencia que me caracterizaba.
— ¿Crees que es divertido ir asustando a personas así como así? y... Aléjate un poquito, estás muy cerca — Demasiado diría yo—... de mi. —En ese momento quería levantar una ceja para terminar mi frase con estilo, pero no, lamentablemente yo no había nacido con ese don.
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Cupido en tacones
Romance"¡Nos haz bajado del cielo sin ningún motivo! no podemos volver a el sin completar la misión que nos enconmendó Sr. Cupido; por lo tanto Tú, Lydia Stone tendrás que encontrar y flechar a tres parejas en menos de tres meses, de lo contrario tu carre...