Sweet Creature

Capítulo 5

Mi pulso comienza a acelerarse y esucho como mi corazón choca fuertemente contra mi pecho.
Abro los ojos y no veo nada, sólo siento la pared fría contra mi frente y alguien detrás de mi me abraza para que no me escape.

-¿Hay alguien aquí? -se escucha una voz femenina.

Suspiro y me aprietan la boca. ¿Quién es? ¿Y si quiere secuestrarme?
No debí meterme aquí, estúpida.

-¿Hola? -vuelve a decir. Enciende una linterna y alumbra parte del pasillo.

Abro los ojos, está a nada de alumbrarme.

Alumbrarnos.

-Vamos Flora, seguramente son los ratones. -dice otra voz femenina.

-¿Tú crees? Me chocan los roedores.

La linterna se apaga y se escuchan unos pasos alejarse.

-Genial. -susurra una voz grave.

Mis manos comienzan a sudar otra vez. Quita su mano de mi boca y me gira bruscamente, tomándome de los hombros muy fuerte.

-¿Qué haces aquí? -sólo alcanzo a ver sus labios en esta posición, me hago para atrás para poder verle la cara.

Es alto y delgado. Sus rasgos son finos, y unos rizos le caen a los lados. Su mirada brilla como una estrella en esta oscuridad, y su ceño está fruncido haciendo unas pequeñas arrugas en su entrecejo que expresa todo lo contrario a su mirada.
No voy a mentir, su mirada me da miedo.

-Lo siento.

Arruga más su entrecejo, me observa detenidamente aún frunciendo el ceño y me suelta con delicadeza.

Suspiro y dejo todo mi miedo yéndose con el aire que tenía guardado.

-Lo siento. -su voz es grave y gruesa, pero lo dice con una suavidad que hace que quiera escucharla de nuevo.- Yo... estaba nervioso.

Lo miro con cautela, él conecta su mirada a la mía y me sonríe rascándose la espalda.

-Está bien. -contesto.- De echo no tenía porqué entrar aquí.

Abre los ojos por un momento y vuelve a su posición normal.

-¿Qué haces aquí?

Muerdo mi labio.

-Es que me dio curiosidad. -hablo tan bajito que apenas me escucha.

El expresa un "Ah" y sonrío. No me da miedo, pero me pone nerviosa.

-¿Y tú que haces aquí? -le pregunto.

Antes de que pueda hablar, unas personas se acercan a nosotros con paso apresurado discutiendo.

-No mames.

Alzo una ceja y él abre los ojos, no sé si por la expresión que acaba de hacer o porque unas personas se acercan a nosotros.

-Corre.

Me toma de la muñeca y me jala rápidamente.

-¡Ey! ¡Ey! ¿Quién está aquí?

Volteo y dos señores ya nos siguen. En qué lío me he metido, genial.

-¡Corre! -me grita el chico más fuerte y suelta mi muñeca.

Apresuramos el paso, él va por delante y yo por detrás. Con miedo de encontrarme una cosa ya que no se ve nada y tropezar corro más rapido.

El pasillo parece infinito, a media de que avanzamos el piso cruje.