Capitulo 1: Noche inolvidable

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Al fin llego el día que yo y mis padres estuvimos esperando, hoy estoy frente a la puerta del padre de mi hijo, y tan sólo soy una chica de 16 años.

~*1 año antes*~.

- ¡Abran la puerta, ahora mismo, desgraciados paguen su renta! - Gritaba molesta una señora robusta afuera de la puerta de uno de los departamentos de los cuales era dueña.

- ¡Señores Hiyama vengo de la compañia de tarjetas de credito Donyoku! - Hablaba con cortesía un hombre de traje.

- ¡Hiyama más vale que salgas y me pagues, antes de que pierda la paciencia y tire la puerta! - Ladraba un hombre musculoso y de un aspecto intimidante, así esos tres golpeaban la puerta y gritaban fuera de la puerta de esos Hiyama, por mientras dentro del pequeño departamento los habitantes permanecían en silencio para no ser descubiertos.

- ¡Maldición Lily te dije que no te gastaras todo el dinero de la tarjeta en ropa de marca, ves lo que hiciste nos metistes en un gran problema! - Dijo susurrando molesto un hombre de cabello castaño y de ojos cafe a su esposa rubia.

- No me vengas con eso Kiyoteru, también gastaste parte del dinero apostando, por tu culpa no tenemos dinero para pagar la tarjeta y la renta - Se defendió  igualmemte susurrando la mujer de ojos azules a su egoísta marido que no admitía su culpa.

- Si no hubieras gastado el dinero en ropa de marca, podríamos pagar la renta y la deuda de juego, ¿por qué no puedes ser como otras esposas y usar ropa de descuento? - Ya se escuchaba molesto, asi los dos siguieron empezaron una discusión a todo pulmón, por mientras afuera se escuchaba más tranquilo.

- Gracias señorita Hiyama, espero que tenga un buen día, adiós - Se despedía cortésmente  el hombre del traje.

- ¡Dile a tu padre que no vuelva a venir a mi lugar!- Dijo molesto el hombre musculoso, yendose del lugar.

- Que buena niña, ojalá no tuvieras unos padres así- Dijo alegre la señora apretando la mejilla de una chica rubia de cabello largo, ojos azules, de estatura pequeña y delgada- Adiós pequeña, cuidate- Se despidió y se alejó del lugar, dejando a la chica sola, todos se habían ido, gracias a que  la pequeña pago las deudas de sus padres, siempre pasaba lo mismo de una forma en que se le hacía costumbre, desde ese punto empezó a trabajar y ahorrar a escondidas para ese tipo de situaciones, aunque encontrar trabajo era difícil para una menor de edad, sólo podía encontrar trabajos sencillos y de poca paga, además de que poseía  una beca, pero aún no podía  pagar por completo las deudas de sus padres y que cada vez crecían más.

- ¡Ya regrese! - Aviso la rubia a sus padres, entrando a la casa y dejandose caer en el sillón.

- Que bien Rin, pagaste por todo, eso te hace una gran hija - Decía su madre con alegría.

- Hey Rin, Trajiste algo de dinero para tu papi ¿verdad? - Hablo el padre como un niño pequeño.

- Eso no es justo Kiyoteru, Rin también tienes algo para mami ¿Verdad?- Repitió el hablar de su marido, la adolescente pensaba en lo desagradable que se comportaban sus padres, si les decía que no, se enojarian y buscarían en su cuarto y en su persona, robandole así el poco dinero que tenía, eran unos codiciosos sin remedio, aunque tuvieran trabajo los tres no les alcanzaba para la codicia de sus padres.

- Papá, Mamá, no creen que es mejor ahorrar el poco dinero que tenemos, así que por favor no se los gasten - Suplicó la pequeña rubia a sus padres, estos la vieron con enojó.

- Asi que no piensas darle a tus padres nada tu precioso dinero, que egoísta eres Rin, como puedes tratar de esa manera a tus padres, niña ingrata - Hablo con mucho enojo su padre.

¡Espera Romeo, estoy embarazada!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora