「 Noren」Dirty Harry

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Yo estaba bien siguiendo el mismo plan todos los días. Estaba bien siguiendo los pasos; de hecho era raro que fuese interrumpido.

No muchas cosas interesantes pasaban en mi vida que intervinieran en mi plan, tampoco es que yo fuese interesante.

Puedes estudiar, tener algún hobbie, salir a pasear sin caer en la necesidad de tener amigos. Por eso no entiendo cómo es que hay personas que lo dan todo por tener a alguien.

Siempre he pensado que se van a ir y olvidar todo lo que alguna vez pasaron juntos, también que otros sólo fingirán ser tu amigo sólo por interés.

Desde siempre me había mantenido al margen al llegar aquí, de modo que siempre fui callado, casi invisible. Era raro que alguien me notara y que no fuera por que dijera "presente" cuando los profesores tomaran lista.

Pero eso no me deprimía ni me hacia sentir mal, al contrario, para mí así estaba más que bien. No hay gente que te observe, al no hablar ni hacer nada no revelas tu forma de ser; sólo aparentas.

Aunque me vendría genial poder leer la mente de las personas, así sabría que dicen sobre mí, si opinan que soy débil o si soy torpe, inclusive si soy un completo idiota.
Pero eso no es posible más que en las caricaturas y obras de ficción.

Entonces, en resumen, al margen yo estaba bien por que así no tendría que pasar vergüenzas o insultos.

Y hubiera seguido estando mejor si al entrar al aula no me hubiera topado con que un tonto probablemente de nuevo ingreso o algo así. Tal vez ya estaba en clase y jamás lo había visto.

Suspiré pero intenté no perder la calma, tal vez el sólo se sentaría ahí y no tendría ninguna razón para hablarme. Podría seguir todo como siempre.

Él miraba hacia la ventana porque nuestros lugares estaban junto a ella. De anime, lo sé.

Simplemente avancé, pensé que era tan fácil ignorar su existencia y ya, no complicarse tanto. Así después llegué a mi lugar, pero cuando coloqué la mochila en el asiento el ruido llamó su atención y, bueno, ahora su vista estaba sobre mí.

Yo, todo idiota, y sin saber qué hacer con exactitud, me limité a sólo regresarle la mirada sin decir nada. Porque, como verán, soy bien inteligente.

—¿Tengo algo en la cara?—dijo imitando la mueca que al parecer, sin darme cuenta, yo hacía.

—¿A-Ah?... no, no—dije con mucha vergüenza. Era alerta roja por que alguien me estaba hablando.

Supongo notó mi nerviosismo por que rió un poco.

Apenado entonces fue cuando decidí tomar asiento sin dirigirle la mirada. Se veía totalmente decidido a arruinar mi plan y no, eso no iba a pasar.

Muy bien, estaba todo controlado, sentado tranquilamente. Podía aún ser un día normal.

—Oye, amigo...—habló después de algunos minutos, haciendo que me maldijera a mí mismo. Toco mi brazo con su dedo índice para llamar la atención.

No quería ser grosero, no quería ser grosero, definitivamente no quería serlo...pero no quería voltear. Aunque al final lo terminé haciendo de todos modos.

—¿Qué sucede?—le dije muy apenas.

La idea era responderle mal y hacerme quedar como un amargado. Aunque problamente sí lo sea.

—¿Sabes que es lo que toca a primera hora? No me dieron un horario—sonrió de manera agradable.

Uhm, agradable...