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SiCheng nunca me escucha, siempre tiene algo más importante. Ayer, por ejemplo, quise contarle como Jeno logró preparar una sopa de fideos con aluminio y clips pero sólo gané un "Estoy muy cansado, no me molestes" aunque para hablar con DongYoung o Yuta jamás lo estaba.

Desde que comenzó el año se ha distanciado tanto de Ten como de mí, me preocupa porque después de ChenLe, su madre y Ten, él es de las únicas personas con las que de verdad soy Huang RenJun. Con las que estoy seguro de que no importa lo que diga me amarán por que son mi «familia»

Pero SiCheng, yo de verdad que le admiro mucho. Siempre ha sido tan valiente y el vió por mí bien cuando nadie más lo hacía. Sin estar relacionados más que por nacionalidad, se preocupó por que no pasara hambres ni fríos el año después del accidente cuando quedamos vagando solos.

Siempre he querido tener la confianza y valentía que él tiene.

Pero no sé porque últimamente ya no me habla, ¿Soy irritante? ¿Demasiado infantil? ¿Aburrido quizás?

Oh Dios, tal vez siempre he sido así y yo sólo los he estado molestando a todos con mi manera de ser poco oportuna.

Debido a eso hoy mi humor está por los suelos y Ten tiene la habilidad de siempre notarlo.

-RenJunnie...-me habla mientras miro mi cereal, yo sólo volteo a verle.-¿Qué te pasa, cariño?

-Me pasa ser RenJun, eso me pasa.-rey de la baja autoestima.

-¿Cosas de adolescente depresivo de nuevo?-bromeó y le dio un sorbo al café que tomaba.

-Algo así, sólo me preocupa un poco SiCheng... Tú...¿Crees que todo esté en orden?-dejó su café a un lado y aunque suspiró de inmediato se tornó una sonrisa en sus labios.

-Si, ya sabes, la edad que tiene es difícil, después de todo ya cumplió los 18 y es normal que quiera sentirse como...-pensó un poco y con gesto nervioso, hombros alzados, continuó-independiente.

Independiente, vaya, con que es eso. En cierto punto puede sonar coherente, es su momento de crecer y formarse como un adulto.

Supongo, entonces, que las personas cambian cuando van madurando. Tal vez yo debería cambiar también, porque no puedo ser miedoso por siempre, al mundo debo enfrentarme, pero ¿Cómo lo haré?

Madurar, es la palabra del día.

A veces me pongo a pensar lo distinta que sería mi vida si papá y mamá siguieran aquí, si yo viviera en China, incluso. Porque ellos siempre me mantuvieron en una burbuja, flores y rosales por aquí, por allá.

Jamás me dijeron que el mundo real sería tan malditamente cruel.

Porque ahora que no están, que mi vida tomó un cambio drástico y es cuando me doy cuenta de que jamás me mostraron que madurar era esencial. Me mantuvieron con la mentira de que siempre estarían ahí y de que todo siempre iba a estar bien al rededor de RenJun.

Me duele porque me mintieron, pero me lastima aún más que tal vez su idea era estar conmigo para siempre.

-A veces también me siento algo solo.-dice Jeno recargado en la pared desde su pupitre.

-¿Porqué?-me encuentro recargado sobre mi mano.

-No lo sé, es como....hago muchas tonterías, la mayor parte del tiempo no sé ni quién soy y sabes,-volteó a verme.-a mi padre le importa lo más mínimo.
Incluso si sólo tuve un mal día, incluso si no lo tuve, a lo mejor sólo quiera hablar con él y nada. Dice que soy un hombre, que no debo quejarme porque eso es de maricones.

-Debe ser duro...-Tal vez Jeno y yo pasábamos por cosas similares.

-Y mi mamá...-meditó un poco, sólo miró a sus manos.-ella durmió al calor de las masas...

-...Y yo desperté queriendo soñarla...-canté bajito a lo que Jeno sonrió.

-El punto es que a veces sólo quieres que alguien te diga que le importas. Te complicas la vida creyendo que nadie te ama, pero a pesar de que tan horrible o deforme seas, siempre hay alguien. Yo creo que mi padre, aunque que sólo me hable para gritar o para que le pase una cerveza de litro, así todo apestoso y feo, me quiere.

-¿Y si...

-SiCheng te adora, RenJun, pero también tiene su vida que hacer.

-¿Eso significa?

-Que dejes de ser un llorón y duermas más temprano.-me golpeó con el dedo índice en la frente. Si hay algo que aprendí estos días con Jeno es que es un maldito brusco.

-Fracasaste, psicólogo, no me siento orientado.-me crucé de brazos.

-Pues me pagan igual, así que meh.-decía con mucha seguridad hasta que se escamo por que iba a golpearlo.


Dos semanas transcurrieron desde el loco día que conocí a el idiota de Jeno. Dos semanas aguantando cada tontería, obviamente no fue fácil.
Sin embargo, generamos un apego mutuo, estúpidamente ahora no coexistimos el uno lejos del otro.

Pero pienso que eso le cuesta, por mi culpa y mi increíble asocialidad no puede juntarse mucho con otros amigos.
Claro que Jeno generó montones de amigos, salen hasta del alcantarillado. De pronto todos en la escuela lo conocen y le saludan.

Es tan irritante.

Pero por alguna razón me prefiere a mí contra los demás. Suele decir que todos ellos son muy conflictivos y que siempre están haciendo destrozos justo como él, por eso necesita de alguien que le mantenga los pies en la tierra, entonces ahí entro.
El problema es que ni siquiera yo los tengo en la tierra pero si un poquito más que él, entonces califico. Supongo.

El beneficio de esto es que ahora puedo decir que es de mi equipo para no tener que volverme a juntar con alguno de mis compañeros. Jeno trabaja, batallando y medio mal, pero trabaja. Además es mi amigo y nos llevamos bien, por eso no me molesta que sea mi equipo.

A diferencia del infierno de todo este tiempo que he pasado con Jaemin el fastidioso.
De verdad, puede ser buena onda y lo que quieras pero es tan molesto conmigo.

Así que para hacer equipos siempre me elegía a mí, sólo a mí. Jamás supe porqué, simplemente me elegía.

Puede que tenga que ver que alguna vez algo quiso suceder entre ambos. Al menos él quería que sucediera.
Obviamente me negué y aunque nos distanciamos en 3er año de secundaria, el semestre anterior volvió a querer hablarme pero yo no lo quería.

A Jeno no le agrada Jaemin, dice que a veces se acerca mucho a mi, pero no entiendo porqué le molestaría eso.

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「 Noren」Dirty Harry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora