Capítulo 9

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"Le has dicho a todo el mundo que quieres estar solo. Pero sabes que es mentira. El problema es que solo quieres estar con una persona, y no esta contigo"

Sophie estaba sola, volvía a estar sola en aquel salón que de pronto se había vuelto frio y deprimente, Zayn se había ido, la había dejado sola, ella quería que el se quedara pero al parecer el no se quería quedar ¿Por qué se sentía mal? ¿Por qué sentía que su corazón se rompía? Sentía que ya no podía mas, de que ya se había cansado de resistir, se había cansado de hacerse la fuerte, estaba cansada de fingir que todo estaba bien aunque por dentro su corazón se estaba rompiendo, sentía tal dolor en su corazón, sentía que una parte de su alma le faltaba, sentía un dolor tan fuerte que se le hacia imposible respirar, el oxigeno no entraba en sus pulmones, empezaba a ver borroso, todo le daba vueltas, poco a poco todo se volvía negro hasta que termino cayendo en el suelo inconsciente.

Zayn caminaba con pasos furiosos por el pasillo, todas las personas que se cruzaban en su camino corrían la mirada, iba con los puños apretados y la mandíbula tensa solo un idiota no se daría cuenta de que si se atrevían a hablar con el acabarían con el rabo entre las patas.

¿Por qué tuvo que hacer que recuerde aquello? ¿Por qué tuvo que hacer que recuerde la imagen que tanto estaba tratando de olvidar?

Sin pensarlo había llegado hasta el gimnasio de su escuela, reservado únicamente para los deportistas y las porristas, se saco la camiseta y fue hacia el saco de boxeo, golpe tras golpe se desquitaba, descargaba toda la ira que aquella pequeña niña le había causado en tan solo un minuto.

Un golpe

Ya no estaba a su lado

Dos golpes

Ya no la vería

Tres golpes

Ya no la oiría llamándolo por su nombre

Cuatro golpes

Ya no sentiría sus caricias

Cinco golpes

Ya no vería sus preciosas mejillas sonrojadas por que él decía algo que la hacia avergonzar

Seis golpes

Ya no se quedaría embobado viendo sus tiernos mohines que hacia cada vez que estaba molesta

Siete golpes

Ya no podría dar un beso para asi poder callar sus reclamos

Ocho golpes

Ya no se podría perder en su mirada

Nueve golpes

Ya no la podría celar por ver a unos idiotas que se la quedaban viendo cuando pasaba por la calle

Diez golpes

Ya no la podría amar…

Siguió repartiendo  golpes hasta que ya no pudo mas, hasta que todas las lagrimas que tenia guardadas se le lograron escapar,  hasta que toda la furia que tenia dentro suyo de extinguió y hasta que sus nudillos quedaron repletos de sangre por no usar guantes. Hace tan solo dos meses había descubierto lo relajante que era golpear un saco de boxeo, de esa forma podía sacar toda la mierda que tenia acumulada en su cabeza, claro que no era tan relajante como la música, sentir las cuerdas de su guitarra producir un sonido melodioso le traía una paz en su interior, una paz tan grande que casi se podía comparar con estar al lado de ella de nuevo, casi… Rio al pensar que el podría dejar de ser un cobarde y decirle a su padre que se prefería dedicar a la música antes que a los negocios familiares, soltó una carcajada, eso era tan imposible como era que el cielo se podría poner negro cuando era de día aunque… hubo un tiempo en el que el quiso hacerlo, no le importaba que su papa no le diera su apoyo porque sabia que junto a él siempre iba a estar aquella persona que estaría junto a él en las buenas y en las malas, de pronto una imagen le vino a la mente, era ella, Sophie, ¿Por qué estaba llorando? ¿Qué era lo que había pasado para que sus ojos reflejen semejante dolor? Estaba tan sumido en sus pensamientos que no noto que el cuerpo de una porrista estaba frente suyo,  esta se agacho a su altura y le empezó a repartir besos en el cuello bajando por su abdomen donde le dio unos suaves mordisco ¿Cómo se llamaba? ¿Sara? ¿Sandra? ¿Sandy? No le importaba pero no desaprovecharía una oportunidad como esa.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2014 ⏰

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