Capítulo XXVII: La venganza de Ezarel

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La razón por la cual no acusó a la sirena en aquella ocasión fue porque Miiko le habría puesto un castigo muy pequeño a comparación de sus actos. Probablemente la habría suspendido o se encargaría de la limpieza del C.G. durante un mes.

-Si quieres algo bien hecho debes hacerlo tú mismo - decía mientras mezclaba algunos brebajes en masa para galletas, para que esto resultara tuvo que discutir mucho con Karuto para que le dejara usar la cocina.

Finalmente el último paso fue meter todo al horno, la venganza es un platillo que se sirve dulce.

Esperó el tiempo indicado en la receta que le había robado a Erika y al final las galletas en forma de corazón estaban listas.
Tuvo que pensar rápido pues dentro de poco sería la hora de desayunar, le pagó a Karuto una fuerte suma de maana y le pidió que bajo ninguna circunstancia le diera las galletas a nadie que no sea Alajéa.

Con Alajéa

-Ánimo Alajéa, al final no fue el amor que esperabas, pero mira el lado amable, hay muchos peces en agua - dijo Ykhar, quien no soltaba una libreta donde estaba anotando algunas cosas.

-No hables de mar en un momento como este - dijo la sirena con la mirada baja -. Por cierto, ¿qué tanto escribes? - Fijó su mirada en la libreta de Ykhar.

-Una lista de tareas por hacer - contestó la brownie.

-¿Y cuánto trabajo es? - preguntó la sirena sin mucho ánimo.

-Es demasiado, tendré que beber un vaso de leche y comenzar ya - dijo la chica.

-Deberías relajarte - dijo la sirena.

-Algún día, pero primero desayunemos. - La brownie aceleró un poco el paso para llegar pronto a la cantina.

Tan pronto llegaron a la cantina, Ykhar pidió su preciado vaso de leche y un poco de pan, mientras que Alajéa no se decidía, ya que no recordaba qué había en sus raciones.

-Decida rápidamente, que usted no es la única hambrienta - la regañó Karuto al ver la larga fila que la sirena estaba formando.

-Es difícil si no me acuerdo de mis reservas - se quejó la sirena.

-Mira, niña, toma estas galletas y lárgate. - El hombre dejó frente a ella un plato lleno de galletas en forma de corazón.

-Gracias, qué maravilla, debería olvidar mis raciones más seguido - dijo la sirena mientras se llevaba las galletas.

Alajéa se sentó en la mesa con Ykhar, quien comía y revisaba su libreta al mismo tiempo. 

-Mira, Ykhar, Karuto me dio estas galletas, ¿no quieres una? - le ofreció la sirena.

-No, gracias, mi pan y leche me llenaron - dijo la brownie.

-Como quieras. - Y sin esperar más, comenzó a comer las galletas.

Un rato más tarde

-Esas galletas estaban deliciosas - dijo la sirena.

-Alajéa... - La brownie miraba sorprendida a la chica.

-¿Qué pasa? ¿Tengo algo en el rostro?- preguntó ella confusa.

-Algo así... - Sacó rápidamente un espejo de su bolsillo y se lo pasó a la chica.

Ella tomó el espejo y observó con horror cómo su cutis se llenaba de algunos puntitos rojos, no solo su rostro, también sus brazos y sospechaba que también su cuerpo, lo cual le estaba provocando una terrible comezón.

Mientras tanto desde otra mesa, Ezarel observaba la escena mientras comía unas tostadas con miel, sonreía satisfecho ante su travesura bien realizada.

-¿Estará bien? - preguntó Erika quien tomaba el desayuno con él.

-Estará así una semana - dijo sin borrar la sonrisa de su rostro.
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Hasta aquí el capítulo de hoy n.n

No se preocupen por Alajéa, lamentablemente no se va a morir :'v pero si sufrirá mucho c:

PD: me inspiré después de que a mi me dio la misma irritación en la piel hace poco, créanme que es horrible :(

I Need You (Eldarya) [Ezarel x Nevra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora