Regresa a mi lado [Otabek x Yuuri]

Final

R [18]

-yo... No lo sé- respondí, lo que hizo que beka se alejara de mi unos momentos con mirada suplicante

-no pienso perderte, no por tercera vez- Otabek se intentó subir a mi regazo pero tras ver la mueca de dolor por mi parte decidió bajarse al momento

-Lo... siento- susurré para él intentando girar mi vista lo más posible, acto que fue detenido por la mano de Otabek

-No debes de pedir disculpas angel- me sonrió -¿Por qué no lo sabes?- preguntó sin quitar esa sonrisa de su rostro y sin dejar de acariciar el mismo

-No se ... Soy un problema, Otabek... No quiero ocasionaste más problemas-

-Yuuri... ¿Recuerdas las dos sorpresas que me faltaban? Pues una de ellas era el anillo que está en tu dedo diciendo que eres mi prometido – Otabek alzó mi mano y depositó un beso en el anillo que aún no me había percatado que tenía en la mano -y la otra la sabrás tú más adelante ... ¿no planeas saber qué es?-

-si- fue lo único que pude decir

-Bien, la única condición es que estés a mi lado – susurró acercándose a mi de manera repentina para poder robarme un beso

Aún no se como es que estoy bien; en un momento estaba apunto de morir y ahora charlo amenamente con Otabek

Nadie sabe que fue lo que pasó en realidad. Ni siquiera yo lo sé

-¿y si... caigo?- pregunté enredando mis manos con las suyas

-Te levantaría sin pensarlo –

-¿y si ... Enfermo? -

-Te cuidaré toda la vida-

-puedo... Subir de peso... me volveré feo-

-subiré de peso contigo-

-Yo... Se que quieres hijos Beka... No puedo darte uno-

Esta vez Otabek se quedó callado por unos momentos sin quitarme la vista de encima

-solo quiero vivir contigo toda la vida, ¿hijos? Podemos adoptar o con tu presencia me bastará para poder ser feliz- respondió Otabek acariciándome las mejillas

-Entonces con lo de tu propuesta ... Yo ...-

-¡Buen dia, Yuuri!- la voz de Pichit se escuchó por toda la habitación interrumpiendo el momento. Solo escuché un gruñido por parte de Otabek

-¡Pichit!- sonreí y lágrimas comenzaron a caer por mi rostro -¡Amigo!- extendí con lentitud mis brazos para poder abrazar a Pichit como se debe