Capítulo 5

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Cuando fue una de las sirvientas a despertarme yo ya estaba en pie, le dije que bajaba en seguida. Me revisé el cuerpo y no tenía marcas de las balas, ni siquiera había cicatrices como para contar que me habían disparado.

Bajé a la mesa principal en la que solo reconocí a Nina que ya estaba vestida con el uniforme escolar, estaba mascando un baguette de una manera tan sensual que al solo ver sus labios rosados hacer contacto con la miga pensé en besarla o algo más y al otro lado de la mesa se hallaba una persona mayor de edad, su padre supuse.

-Buenos días Mr. Ryne, hace bastante tiempo que no nos veíamos.

Lo observé completamente, 1,79 cm, habrá tenido unos 60-65 años, no era demasiado avejentado, pero si se le notaba la edad, reconocía su voz, pero ¿de adonde?

-Disculpe por quedarme en su casa, ¿lo conozco?

-No de nombre, pero si de vista y no se preocupe por lo haberse quedado anoche aquí, en la forma en que se hallaba lo dudo que estuviera sano hoy.

-No le entiendo.

-Ayer usted "salvó" a Nina, pero recibió mucho daño, usted debería estar muerto.

-...

-Es gracias a la sustancia que tomaba hace un tiempo atrás, ¿lo recuerda?

-¡¡USTED!!

Ya lo recordaba todo, de donde se me hacía conocido, era el doctor que me inyectaba cosas, que me cambió de país, que me drogó, me raptó.

- ¿Que pasa conmigo?

-Usted me metió cosas en el cuerpo con la que hago cosas que no son normales, me trajo a un país que ni en mi puta vida habría querido venir, mágicamente sé hablar distintos idiomas sin siquiera haberlos estudiados, ¿qué mierda es todo esto?, quiero que me lo explique todo.

-Por favor Mr. Ryne no se exalte mientras hay gente desayunando, es de mala educación

-Meterle cosas a la gente igual.

-Jajajaja muy bien, Nina ya debes irte, el señor aquí presente te acompañará el resto del año a ir y a venir a la escuela.

Puso una cara de enoja y habló.

-Con la gran defensa que hizo ayer dudo que me sirva.

-Jajajaja parece que no dio una buena impresión Mr. Ryne

-Por favor, deje de decirme "Mr." Que lo detesto.

Abandonamos la casa, el sol estaba recién avisando que saldría en un par de horas más, adelante mío iba Nina con su pelo rubio y raíz castaña/negra suelto que el aire impulsaba su aroma a flores hacia mí, sus muslos firmes, su cintura perfecta para tomarla, no podía pensar en otra cosa que no fuera aquella niña pesada, mal educada, ingrata pero que de una manera u otra llamaba mi atención, quería saber cómo no le asombraba que estuviera vivo aún después de tanta bala que recibí, cómo pudo espantar a esos tipos ella sola...demasiadas dudas se me venían a la mente en aquel momento y el trayecto entre su casa y la escuela se volvía más corto que el día anterior, le tome la mano.

-Hey, ¿no planeas hablarme?

-Claro que no. –Secamente-

- ¿Te hice algo?

-Bueno, te aviso, no confío en ti, le pegaste al sujeto que es mi novio, cuando debías protegerme no hiciste nada más que ser un escudo para que yo misma tuviera que golpear a esos delincuentes... ¿alguna otra duda?

-...no

Que niña tan fría para decir las cosas, que a pesar de la mala manera en la que me las dijo eran ciertas, no hice nada y ese nada era malo, deberé revertir la situación para por lo menos seguir con este trabajo sin que me enoje y le termine pegando, dejando, matando (?).

Un hombre en particular.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora