Un hombre en particular.

Capítulo 3

París la ciudad del amor, a la que todos los románticos sueñan con venir para ya sea estar con su pareja o encontrar el ansiado amor para el resto de sus tristes vidas, conozco a una sola mujer y ni siquiera la he vuelto a ver, no mensajes ni llamadas, cero contacto, yo tenía la intención de marcar su número pero a qué se refería el doctor con “Todos conocen a Sunny”, ese vejestorio me hizo dudar de ella tal vez debería seguir siendo el Ryne de siempre, ese sin amigos ni familia ese que solo vela por sí mismo y por su música…pero era imposible, me sentí genial estando con ella y quisiera repetirlo muchas veces, me he cuestionado varias veces quién es en realidad, si debo averiguarlo o dejarlo pasar.

El sol apareció demasiado intenso esa mañana que solo tuve que despertar, dormir todas las noches en la calle me había dado un dolor de espalda tremendo pero al descansar en aquella cama de dos plazas solo para mí me recuperó completamente, tome mi mp3 y lo encendí para distraerme un poco, música, todas las canciones, reproducción aleatoria, “That’s What You Get” y salí a la calle.

“No sir, well, I don't wanna be the blame, not anymore

 It's your turn, so take a seat

 We're settling the final score

And why do we like to hurt so much?”

Hm ¿Soy el responsable?, ella si está involucrada con esos tipos podría habérmelo dicho, total también tenía mi número ella podía tomar su maldito aparato y darme un poco de su tiempo o ¿ES QUE ESTÁ MUY OCUPADA?

        “That's what you get when you let your heart win”

Claro, de seguro estoy enamorado –me dije- por un momento dejé de ser aquél chico frío que vivía en las calles, y tomé personalidad, agarré el celular (por cierto no tengo ni idea de cómo, cuándo o por qué tengo esta tecnología, solo estaban en los bolsillos de mi chaqueta), marqué su número y me paralicé no sabía qué hacer, por una canción que se dio al azar tuve valor de llamar.

      

       “I wonder... how am I supposed to feel when

                    You’re not here?”

-¿Aló?, ¿Ryne?

-S…Su…Sí

-He esperado 2 meses por tu llamada, ¿Qué te sucedió?

-….

No tenía que decir, no sé cómo tratar a la gente, como entablar una comunicación pero no quería dejar de escucharla, grabaría su voz con tal de escucharla cada mañana al despertar, para saber que una vez hablé con una persona, con una mujer, que raro o no, fue mi primer amor plenamente.

-¿Aló?, se cortó…

-N…no, solo es que…

-Oh Ryne, ahí estás.

-Te amo, desde ese día, que te salvé, desde nuestra primera cita, desde siempre solo pienso en ti porque, oh diablos, no conozco a nadie más, tú me viste tengo poderes pero no sé cuándo utilizarlos y esa vez fue la única vez que sirvió volar o golpear a alguien, tal vez tu estés confundida con todo esto, quizás tengas novio sinceramente no lo sé pero…

-Tranquilo.

Su voz calmada, con un temple como de madre me dio un poco de nostalgia, algo me vino a la mente, esa voz la había escuchado más de una vez.

-Yo…yo no puedo seguir saliendo contigo, lo siento, tú me salvaste aquella vez y no era para algo serio, solo…nos vimos y hablamos un día…así qué…