Las tibias sábanas se enredan en mis piernas y el colchón se hunde bajo mi peso. No quiero abrir los ojos, pero el viento frío que se cola por la ventana inundando la habitación me hace despertar. Restriego mis ojos con el dorso de la mano, bostezando y dándome vuelta en la cama, cambiando mi posición a estar de estómago. Una brisa congelada me pasa por la espalda y mi piel se eriza, y ahí recién me doy cuenta que lo único que me viste es la fina frazada. Me enderezo rápidamente, pasándome una mano por el pelo. Volteo y una media sonrisa tira de mis labios.
La silueta de Jhope aún está moldeada a mi lado. Nuestra ropa esparcida por el piso de la habitación, todavía con esa esencia de deseo y pasión volando por la atmósfera. Los recuerdos de la noche anterior se recrean en mi mente, tiñéndome las mejillas de un rojo intenso. Rehago sus caricias, sintiendo como sus dedos trazan líneas imaginarias en cada parte de mí, tatuando su perfume y su presencia en mi anatomía...
Los ligeros pasos en la escalera me hacen reaccionar. Oculto una sonrisa traviesa y golpeo mi cuerpo contra la cama otra vez, cerrando los ojos a la fuerza y haciéndome la dormida. Mi respiración está regulándose poco a poco cuando siento que la puerta se abre de par en par, y luego se cierra suavemente.
El Dolce & Gabbana penetra mis fosas nasales. Oigo como suelta una risita y se sienta en la cama. Su mano roza mi cadera desnuda, delinea el hueso de este y empieza a subir, contorneando la curva de mi cintura. Ruego para mis adentros que el sonido de mi corazón no se escuche demasiado fuerte, ya que es como si estuviera intentando salir de mi pecho. Su aliento choca contra mi oído, presionando sus labios en mi frente.
—Cariño, sé que estás despierta. —me susurra al oído.
Una sonrisa pasa por mi boca y me volteo para tenerlo frente a frente. Aspiro el olor a jabón mezclado con el perfume que desprende de su ramera sin mangas.
—Ve a darte una ducha —dice en un tono suave que me provoca escalofríos—. Por cierto, ¿te sientes bien?
Oh. Sé a lo que se refiere. El rojo se adapta a mis mejillas y bajo la cabeza, levantando las cejas. Me paso una mano por el pelo y rozo mi nariz con la de él.
—Mejor que nunca —le respondo.
Jhope me da un beso corto en la boca y se levanta de la cama. Me guiña el ojo y sale, dejándome sola en la habitación para que me duche. Entro al baño y me topo con mi reflejo descubierto en el espejo.
Me siento extremadamente diferente. Destellos bailan en mis pupilas, con el cabello desordenado, hasta me noto la piel más brillante. Me doy vuelta. Y por primera vez al verme al espejo, me sonrío. Dios, me siento bien. Nueva. Con ese pensamiento rodando en mi cabeza, me lavo el cabello, pasando el jabón por todas las partes que Jhope tocó anoche, cuando me meto debajo de la lluvia artificial noto que hay sangre mezclada con el agua. Me asuste cuando lo vi, pero recordé las clases de biología, y la profesora nos enseñó que eso era normal para una mujer. Sangrar un poco después de perder la virginidad. Agradezco no haber manchado la cama de Jhope. De tan solo pensarlo se me tiñen las mejillas con un color carmesí.
Seguí frotándome el jabón en mi cuerpo, pero aunque más frotara mi piel e hiciera un montón de espuma, aun siento que el extracto de Jhope seguía ahí.
El cabello me queda con olor a frutas y mi figura bañada en un aceite natural de miel. Los bóxers de Jhope me quedan algo sueltos, pero no tengo ropa interior limpia. De todas formas igual me coloco el mismo pantalón y brasier. Saco calcetines y escondo mis pies en las zapatillas. Me visto con una remera de Jhope que me tapa los muslos y me abrigo con mi chaqueta.
— ¿Lissy, puedo pasar? —pregunta al otro lado de la puerta.
—Sí.El olor a tostadas, cereal con leche, té verde y galletas de chocolate hace que mi estómago reclame, haciéndome sonar las tripas. Celebro para mis adentros y cojo una galleta, devorándola al instante. Jhope se ríe.
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『ABRAZOS GRATIS』| J-Hope BTS
FanfictionCreo que tuve razón desde el primer momento que mi mamá dijo que nos viniéramos a vivir aquí. Aunque no pensé que mis días grises se volverían de color, al llegar un chico inesperado a mi vida, al cual solo conocí con un solo "abrazo gratis". Un a...