Pasaban los días y Jhope no aparecía en la escuela. No sabía lo que estaba pasando, pero raramente el grupo de porristas no me ha tocado ni un pelo. Estaba preocupada. Hoy Hyo llegó atrasada a clases y no vino en dos días, pero me dijo que fue porque tuvo que viajar a Los Ángeles porque su tío había muerto. Pasaron las horas de matemática, gramática, literatura y química y salimos a almorzar. Hyo me obligó a comerme un sándwich de jamón y queso y a que me tomara una bebida frutal. Después de unos minutos me empezó a doler el estómago, Hyo no creyó que no tenía hambre, pero era totalmente verdad.
Ahora siento que las tripas se me revuelven y tengo que tomarme dos vasos de agua. Hyo está tecleando en su teléfono muy rápido, suelta algunas risitas y sonríe con la mirada brillante. Frunzo el ceño y me siento a su lado.
— ¿Qué pasa, Hyo?
Ella no despega los ojos de la pantalla y vuelve a reír. Paso mi brazo por sus hombros.
— ¿Hyo? ¿Con quién hablas?
Ella me mira unos segundos y se echa a reír por cinco minutos seguidos sin parar. Es raro, nunca he visto a Hyo tan feliz. Se acomoda el cabello y abraza sus rodillas.
—Eli, te juro que me encanta. —Dice ella.
— ¿Quién? —le pregunto confundida. ¿No qué Hyo tenía novio? ¿Qué habrá pasado con Suga? Él era el único que me caía bien del grupo de fútbol, era un buen chico—. Hyo, joder, despierta.Le doy un pequeño golpe en el hombro y vuelve a estallar en carcajadas. Su risa es contagiosa, entonces me río también olvidando mi dolor de estómago. Hyo me sonríe y se muerde el labio inferior con fuerza.
—Eli, mira, no le puedes decir a nadie, ¿ya? —Yo asiento con la cabeza—. Prométemelo.
Alza su dedo meñique, un signo de promesa. Ruedo los ojos y entrelazo mi dedo con el suyo. Ella me sonríe y suelta una leve risita. Con una mano me dice que me acerque y hago lo que me pide. Acerca sus labios hasta mi oído y susurra:
—Me gusta Hoseok.
Primero pienso en el Kim Hoseok del equipo de fútbol y después en el Seung Hoseok de física, un chico muy lindo de hermosos ojos celestes. Ella nota mi cara de confusión, y pone los ojos en blanco y de nuevo se acerca a mi oído.
—Tu amiguito. —Dice ella
Oh. Ese Hoseok. No sé porque en ese momento sentí como que un balde de agua congelada me recorriera el cuerpo. Tomo una gran cantidad de aire en los pulmones para contestarle. Sonrío falsamente y le doy unas palmaditas en la espalda.
—Qué bien. —le respondo—. ¿Estabas hablando con él?
—Sí... no ha venido a clases porque tiene gripe. ¿No te ha dicho?
No, no me ha dicho nada.
—Sí —miento—. Es que mi celular se me perdió y no me he podido comunicar con él, pero... hoy iré a su casa.
— ¿En serio? —un brillo intenso pasa por el verdoso iris de los ojos de Hyo—. ¿Podrías decirle que no se olvide de nuestra cita el viernes?
Jhope y Hyo... ¿en una cita? ¿Desde cuándo? ¿Tanto me he perdido? ¡Sólo han pasado tres días!—Claro —mascullo entre dientes.
Hyo salta en su lugar y justo tocan el timbre para el retiro de clases. Tomo la mochila y la pongo en mi hombro, saco unos cuantos cuadernos de mi casillero y camino para tomar el bus. Se me hace difícil poder imaginar a mi mejor amigo y a mi mejor amiga juntos... ¿pero cómo a Hyo le puede gustar tan rápido una persona? ¡Sólo se conocen hace menos de una semana? Es imposible. Estoy tan sumergida en mis pensamientos que no me doy cuenta que ya estoy al frente de mi condominio. Me bajo del bus sin antes despedirme del conductor. Corro con todas mis fuerzas hacía la casa de Jhope, pasando por los dos condominios y por el parque. Saludo rápidamente al guardia (una costumbre que se me ha pegado, de Jhope) y sigo corriendo hasta el pasaje número tres. Veo a Jazmín en los juegos y le digo que sí quiere acompañarme hasta su casa. Ella asiente feliz y me dice que me ha extrañado mucho, al igual que Alexander. Eso me hace sonreír. La tomo en brazos y camino con ella hasta su casa. Toco la puerta y me abre Sun.
—Lissy, querida —me da un beso en la mejilla y me deja pasar—. ¿Vienes a ver a Jhope?
—Sí, también quería saludar a Alexander.El pequeño entra por la puerta de la cocina y empieza a reír. Sonrío y lo abrazo con fuerza. Me susurra algo que no logro entender mucho y sólo le contesto con una sonrisa y un beso en la mejilla.
—Jhope está en su habitación, está en cama. Lo más probable es que esté durmiendo, despiértalo sí quieres —me dice Sun y me guiña un ojo. Suelto una carcajada y subo las escaleras hasta la habitación de Jhope.
Cuando estoy enfrente de la puerta de su alcoba, el nerviosismo se apodera de mí. Las manos me comienzan a sudar y me tiemblan las piernas. Cierro los ojos y respiro lentamente tratando de calmarme. Coloco mi mano derecha en la manilla y la doy vuelta tratando de no hacer ruido. Asomo la cabeza y observo a Jhope dormido. Está con la cabeza hacía la pared, con las sábanas hasta el cuello. Entro en la habitación y camino hasta sentarme al lado de él. Se mueve un poco y me asusto, pero para mi suerte no logra despertar. Acerco mi mano hasta su cabello que está algo húmedo, tal vez recién haya tomado una ducha porque hay ropa esparcida en el suelo de la habitación. Le acaricio el cabello y luego la mejilla. Nunca me había dado cuenta de lo atractivo que es Jhope... tiene unas facciones muy finas y marcadas. Cuando paso mi dedo por su frente, arruga la nariz y se mueve muy bruscamente, lo que provoca que caiga encima de él. Con toda mi sangre acumulada en mis mejillas, me enderezo y me vuelvo a sentar en la cama, pero Jhope con los ojos abiertos de par en par.
— ¿Lissy? ¿Qué haces aquí?
Hago una mueca y suspiro un poco más calmada.
—Creo que para lo más importante que vine a hacer aquí, es para recordarte que tienes una cita con Hyo el viernes. Gracias por contarme que estabas enfermo, ¿eh?Le dedico una sonrisa irónica y me dispongo a salir de ahí, pero la mano de Jhope me aprieta el brazo y me impide moverme. Trato de zafarme del agarre, pero lo único que logro es volver a caer sobre él.
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Holiii.🌸
Han pasado 84 años xd jkdhfk okno
Sorry, pero mi Internet esta bien culero :c
Bais, Mñn actualizo.😁
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『ABRAZOS GRATIS』| J-Hope BTS
FanfictionCreo que tuve razón desde el primer momento que mi mamá dijo que nos viniéramos a vivir aquí. Aunque no pensé que mis días grises se volverían de color, al llegar un chico inesperado a mi vida, al cual solo conocí con un solo "abrazo gratis". Un a...