nine; always i wanted have a beta

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Stiles detuvo el Jeep, sin mucho cuidado, cerca de otros dos autos. Charlotte agradeció que su tío la obligará a ponerse el cinturón de seguridad porque si no su cabeza  hubiera terminado estrellándose contra el asiento de adelante.
No entendía bien que estaba sucediendo pero sabía que era algo malo porque Scott parecía alterado y Stiles más ansioso de lo habitual. Incluso su mamá se mostraba extraña desde la visita al hospital. Cada vez que le preguntaba sobre ello o sobre su cuando irían a ver a su papá Nina la ignoraba y cambiaba de tema.

—Hola—saludo Scott a las personas que estaban enfrente de uno de los autos.


—¿Qué tal?—dijo esta vez el chico se lunares.

—Hola, Señor Argent—saludó Charlie después de haberse bajado de ese pedazo de chatarra que se hacia llamar Jeep.

—¿Cómo estás, Charlotte?—preguntó el mayor sonriendole a la nombrada.

El chico McCall rápidamente se bajó del auto y se colocó de manera protectora al lado de la niña. No sabía por qué demonios ella conocía al cazador pero no le gustaba que Charlotte este cerca del Señor Argent.

—Bien. Aunque mamá esta algo histerica—respondió la menor encogiéndose de hombros.

Stiller quiso golpearse al escuchar lo que dijo su sobrina. En este tipo de ocasiones odiaba que ella hablará tanto.  A veces decía cosas que no debería decir como la vez que le contó a Nina sobre su "paseo" en el bosque. Por suerte no dijo que había sido durante la noche si no él y Scott ya estarían muertos. Aunque estaba seguro que si su hermana se enteraba del encuentro con Argent no estaría contenta. Igual desde lo ocurrido en el hospital nada parecía alegrar a Nina es mas cualquier cosa le irritaba.

—¿Todo bien, Jackson?—habló esta vez Scott mientras le daba un pisotón a la menor para evitar que siguiera hablando.

—Hey, Scott—dijo Argent. El hombre lobo se dio cuenta que a él le daba una sonrisa falsa—. Tu amigo tiene problemas con su auto. Estábamos revisándolo.

—Hay un taller cerca, seguro tienen un remolque—dijo el moreno.

—Sí. ¿Te llevo?—dijo ahora el chico de lunares—. Vamos, Jackson. Eres muy guapo para estar a fuera solo.

—Stiles tiene razón. Tienes ojos demasiado lindos, alguien podría querer robartelos—los cuatro se quedaron mirando a la menor haciendo que esta se avergüence—. ¿Qué? Eres guapo.

Jackson, con evidente incomodidad, comenzó a caminar hacia el trío. El Señor Argent se acercó nuevamente al auto descompuesto.

—Chicos—los llamó cuando estaban a punto de subirse al Jeep—. Te dije que sabía de autos—dijo luego de haber hecho andar el vehículo.

Los tres adolescentes se lo quedaron mirando sorprendidos.

—¡Adiós, Señor Argent!—se despidió la niña al ver que él se subía en su propio auto. Antes de irse Chris hizo un gesto con la mano en modo de despedida haciendo sonreír a Lottie.

—¿Por qué actúan raro?—les preguntó al trío de adolescentes una vez que el auto de Argent se perdió de su vista.

—¿Me estas siguiendo?—preguntó el chico lindo a Scott, ignorandola.

—Sí, maldito idiota—respondió el hombre lobo.

—¡Lenguaje! ¡Hay una menor presente!—lo regaño el chico de lunares. No quería que después Nina lo matará si escuchaba a su hija decir alguna "mala" palabra.

War of Hearts | Peter HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora