Prólogo

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Narra Rin

Hace unos días hubo una fiesta celebrando la boda de una exorcista, que es amiga de mi madre, y por supuesto todo el reino acudió.

Yo y mi hermano yukio, desinteresados en esas cosas repetitivas y toscas (naturalmente) salimos a dar un paseo por los jardines mientras todos los demás bebían y bailaban dentro.

Mientras caminábamos yo le mostraba algunas plantas y le explicaba.
Llegamos a una parte, donde plante con Sonia, muchos tipos de flores con espinas.

-Mira esta- Le dijé apuntando a un conjunto de flores blancas con espinas.

-Son estranomios- le dije mientras tomaba su mano para llevarlo a ver de cerca.

-Huelelas, su olor te sorprenderá.

Yukio sin dudar se inclino, e inhaló fuerte.

Rin comenzó a carcajearse mientras Yukio hacia muecas.

-Maldicion, que asqueroso incluso mis ojos me ardieron...- Yukio tapo su nariz y se paró a ver a su hermano que sonreía.

Río ladeó su cabeza y negó con ella.

-¿Eres tan estudioso, y no conoces está flor? Deberías reconsiderar tus horas de estudio.

Yukio miro a su hermano con una sonrisa-Bueno es que no estudio acerca de flores...

El pelinegro cogió la flor y la olió también.-el se había acostumbrado a olerlas todos los días.

-Estás cosas son curativas cuando las usas bien, pero al mismo tiempo son tóxicas.-Yukio asintió y camino hacia Rin.

-Oh claro, conozco gente así.

Rin arqueó su ceja y le sonrió carcástico.

-¿Cómo tus admiradoras? Y en especial esa niña con mirada falsa, mustia...mmm Sheni, Shenyi..???

-Shiemi-Yukio corrigió y sonrió ladinamente

-¡Ohh incluso te sabes bien su nombre!-Rin fingió indignarse.

Yukio rodó los ojos sin perder la sonrisa

-Nii-san, dime, ¿porque no la soportas?

-¿¿Yukio no te sirven los lentes?? A esa niña le encantas-

-¿Y..?-Yukio le interrumpió con una sonrisa burlona. Y después solo rió, le agradaba ese sarcasmo y el recelo que le tenía a la chica.

El pelinegro se puso rojo, fruncio el ceño y cruzo los brazos.

-B-bueno es solo que me dan escosor esas personas...lambisconas...

Yukio no pudo evitar reír por las rabietas con nerviosismo de su hermano.

-¡Y me odia!-Rin puso un puchero.

Yukio sintió ternura a su paranoia

-Bueno si tú lo dices.... Mmm ¿Y sabes porque te odia?- el castaño acaricio los mechones que tenía Rin en su frente.

De nuevo, las mejillas blancas del pelinegro se pusieron rojas y desvió la mirada.

-Quizá no le agrades, porque le he dicho que eres importante, que debo cuidarte siempre y por eso no tengo tiempo para chicas.

Cada palabra que dice ese tonto, me hace caer a sus pies, cada vez más hondo.

-¿Lo soy?-los ojitos de Rin brillaron por unos segundos, y sus mejillas se pusieron rojas como fresas. Que afortunado el cuatro ojos, al tener esa vista.

Flor inmarcesible (yukio x rin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora