Flor inmarcesible (yukio x rin)

Capítulo 9

Recuerdo cada detalle de ese día.

El parecía dormir tranquilamente, mi hermano tapado con las cobijas de seda, y una de ellas rozando el piso. La luz de la mañana entraban por ese grande ventanal que hay en su habitación.

El ambiente pesado, que aunque fuera una linda mañana los llantos de la gente convertían todo en tristeza, aún peor con los llantos dolorosos de mi Madre.

Lo que hizo que mis mañanas se volvieran grises, que mi vida de llenará de amargura.

Una carta, con el nombre de Rin en ella, dentro de mí me da alguna esperanza pero se que no hay que tenerla.

Tomo un suspiro y la abro finalmente. Lo primero que está escrito es la fecha, la fecha que fue tan solo un día antes de nuestro cumpleaños.

Yukio comenzó a leer la carta y algo dentro de él comenzaba a romperse.

26 de Diciembre, 1933

Quiero decirte esto de una manera sencilla pero es que es difícil de comprender y de creer. Bueno,¿De qué hablo? Eres la persona más inteligente que conozco, una de las tantas cosas que me encantan de ti.

Veamos, Yo era pequeño cuando Yuri me contó que a los 17 dormiría por una maldición sellada en mi cuando era un recién nacido, y la única manera de cambiarlo era un beso de alguien que yo quisiera mucho, después de dormir. Tú eres definitivamente ese beso, pero Yuri ahora nisiquiera dejaría que me tocaras, menos te diría a donde me llevará mañana, y yo tampoco tengo idea, perdería mi tiempo preguntándoselo.

Estos años simplemente me resigne y viví una vida normal

Y ahora, hoy es mi último día aqui y sabes, sigo sin estar asustado. En lo absoluto.

Y eso es porque tú estuviste conmigo siempre, porque aunque haya sido casi al final, pude saber que sentimos lo mismo el uno por el otro.

Dile a Sonia que aunque no estuve en su vientre 9 meses, para mí ella siempre será mi madre.

Y tú Yukio, quiero que tú seas una feliz con una familia, chica linda y noble, o chico, que importa, y que tú cómo próximo rey hagas del reino un lugar precioso y lleno de paz, un lugar en el que personas como tú y yo puedan ser felices y no sentirse mal por ello.

Si, alguna vez imagine tener una vida contigo, una familia quizá, en fin sueños tontos.

Desde el lugar en donde este, yo no dejaré de quererte. Va a ser tormentoso pero da igual, solo quiero llevarme algo de ti.

Tú no, tú debes olvidarme y salir adelante; prométeme que seras doctor y exorcista, ayudarás a gente como siempre lo quisiste.

Antes de despedirme quiero decirte que la flor azul que me regalaste es la más bonita que he visto, dormire con ella por siempre. Me hubiera gustado que me regalarás un ramo muy grande de ellas. Te amo Yukio.

Al final de la carta habían dibujados dos corazones pequeñitos con tinta azul, Yukio aunque llorando se le salió una risita. Recordando lo tierno e infantil que podía llegar a ser Rin. Esto le dió un golpe de nostalgia como si la última vez que vio a su hermano haya sido hace años, sin embargo fue hace solo tres meses, ahora entiende porque Yuri desde ese día no le ha dicho donde está su hermano.

-Ni-san no puede ser...

Yukio arrodillado en el piso miraba hacia el techo llorando tratando de controlar su ira, su tristeza, todo el mar de sentimientos que estaban en su cabeza.

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La chica rubia estaba acostado en su cómoda cama tomando un te de manzanilla.

-Me siento tan avergonzada Shiemi, por favor perdonalo, yo sé que es de la peores cosas que ha hecho, por favor por fav-

-Tranquila Yuri, no haré nada contra Yukio, se que está tratando de buscar un culpable...-Le dijo a Yuri con una sonrisa quien se encontraba a su lado preocupada por qué la chica pudiera hacer algo en contra de Yukio, y lo peor para la madre, que se esparcieran más rumores de la familia.

-Shiemi, querida te lo agradezco no sabes cuánto.

Shiemi asintió y sonrió otra vez-Solo una cosa. ¿Puede buscar a Yukio?, necesito hablar con el-

Yuri asintió con la cabeza emocionada-Yo tratare de convencerlo, iré rápido a buscarlo- dijo Yuri emocionada casi con lágrimas, abriendo la puerta para salir corriendo de la habitación.

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Yukio salía con impotencia del castillo con unas botas puestas con el fin de montar a caballo e ir a tomar un largo muy largo paseo.
Aún llevaba la carta consigo.

Yuri apareció en las escaleras viendo a Yukio salir rápidamente.

-¡¡Yukio!! Espera, no puedes irte ahora.

Yukio se detuvo en seco apretando sus puños, esperando desde el jardín.

Yuri corrió hacia el alzando su vestido tan elegante color carmín con olanes cafés en los bordes

-¿Yukio escúchame quien te crees? ¿Te estas volviendo loco? Casi matas a Shiemi, a ¡SHIEMI! Ella siempre ha sido una chica buena y atenta contigo—Yukio volteo y le lanzó una mirada llena de hartazgo.

—Escuchame "madre" a ti te podrá manipular todo lo que quiera, pero a mí no. Estoy cansado de ambas- miró hacia abajo, a la carta y volvió mirar a Yuri.

-Si ella de verdad quería lo mejor, nos hubiera dejado ser felices a mí y a RIN- dijo esto apretando la carta y restregandosela a la pelinegra.

Yuri miró a la carta confundida.

—Escuchate, crees que acostarte con Rin, tu hermano, es correcto?¿A que mujer que es madre le gustaría escuchar eso de sus hijos?

Yukio bajo la mirada, el se daba cuenta que los deseos que tenía sobre su hermano no eran los más indicados, pero ya no podía sacarlos de su mente.

-A ninguna, yo lo sé. Pero, a ti cuando te han interesado realmente tus hijos?—Yuri se quedó callada, mientras miraba los ojos sombríos de su hijo.

Yukio negó y sonrió de lado.

-Mejor contestame una cosa
¿En donde esta Rin?

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