PRÓLOGO

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- ¿Juntas?- pregunto, con esa sonrisa que se que le encanta, sabiendo ya la respuesta.
- Por quién me tomas! Por supuesto, juntas para siempre.-me contesta seria, como si fuese una especie de promesa irrompible. Pero al cabo de un segundo ambas estallamos en un mar de carcajadas, y como todos los días a las 9:15 hora local, me despido y cuelgo la vídeo llamada.

Cuando desaparece su cara se la pantalla de mi portátil, se me borra la sonrisa de la cara, se me humedecen los ojos y una vez más me digo a mi misma:"no llores, todo irá bien" . Pero a pesar de mis esfuerzos y mis intentos desesperados por evitar algo inminente, lloro. Estallo, como una tormenta que no pretende cesar. Y me quedo mirando la pantalla en la que pocos minutos antes, me reía como si no hubiera un mañana, donde cada día a las ocho veo a la persona que me da la vida. Donde la veo a ella.

Pero... ¿y si llega un día en el que ya no siento esto?, ¿y si llega el día en el que ya no muero por verla?, ¿y si encuentra a otra mejor que yo?. Y entre lágrimas y pensamientos pesimistas me quedo dormida.

Y si...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora