We'll be together again

Capítulo 3: Esta vez no hay princesa de por medio.

Astrid Hofferson se autoproclamaba una persona perceptiva y astuta, no precisamente porque la gente a su alrededor parecía estar bajo el promedio normal de inteligencia.

(En algún lugar los gemelos Thorston y Snotlout Jorgenson estornudaron al mismo tiempo.)

No, era porque desde pequeña fue lista y fuerte, todo por el ejemplo de su amado padre, quien luego de la prematura muerte de su esposa no cayó en un vacío depresivo, cuido de su hija y le enseñó a ser alguien firme y astuta, a no dejarse engañar por nadie.

Por eso sabía que algo ocurría en la vida de Hiccup para que actuara tan... distraído.

Aunque debía sumar años de amistad, partiendo desde que tenían apenas nueve años y defendió a un pequeño niño que era molestado por un trío de idiotas. El cómo acabaron siendo todos un grupo de amigos era una larga historia que no venía al caso.

Ahora que eran casi mayores de edad podía decir que conocía al primogénito de los Haddok como nadie, por eso sentía genuino interés por cualquiera sea la cosa que le mantenía en ese constante estado de distracción. Aunque ya tenía una idea de por dónde iba todo.

Aprovechando que Hiccup estaba en línea le mandó un mensaje, planeando la forma de sacarle la verdad.

Astrid, 19:17.
Hey, estas?

Hiccup, 19:21.
sí, qué pasa Astrid?

Se acomodó boca abajo en su cama mientras escribía.

Astrid, 19:22.
qué? No puedo escribirle a mi mejor amigo solo para charlar un rato?

Hiccup, 19:23.
ah, claro que puedes, lo siento

Sonrió imaginando la cara de espanto que habría puesto el castaño ante la perspectiva de molestarla. Aprovechó ese último mensaje para empezar a indagar.

Astrid, 19:25.
uy, estas raro. Cuéntame que pasa

(Tal vez fue muy directa)

Hiccup, 19:27.
no entiendo de que hablas, uff, ya tengo sueño, hablamos mañana en clases, sí? Buenas noches :)

Aguzó la mirada releyendo el mensaje. ¿Sueño a las siete de la tarde? Debía estar de broma, no era un secreto para nadie que Hiccup se quedaba hasta mínimo medianoche trabajando en alguno de sus proyectos de inventor loco.

Astrid, 19:28.
Mañana no escaparás de mi

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Sentada en su puesto, con toda la postura de un mafioso italiano, Astrid saludó al castaño que recién llegaba.

"Buenos días, Hiccup, llegas un poco tarde para haber dormido tan temprano ayer"

Hiccup le observó con ojos entrecerrados, seguramente consciente de que no podría huir del interrogatorio de Astrid por mucho tiempo, y antes de responder algo sus ojos, casi involuntariamente, se desviaron hacia las filas de atrás, como buscando a alguien.

'Te atrapé' pensó la rubia, sonriendo victoriosa.

"No pude dormir bien al final, lo siento por dejarte así" se disculpó al fin Hiccup, sin ser consciente de que ella había seguido todas sus acciones hasta que se sentó.

"Me debes una pequeña charla, ¿sabes?"

"¿Charla sobre qué?" respondió él con otra pregunta. Ella junto las yemas de los dedos de ambas manos y uso su as bajo la manga.

"No sé, dime tú, tal vez sobre un tal... -su rostro giró gradualmente hasta que pudo mirar un asiento vacío, un par de filas más atrás- Toothless."