»Jeongguk.
Las clases de historia, al igual que todas, pasaron aburridas así como normalmente. Los profesores con sus mismas caras amargadas de siempre volviendo las clases aún más extensas y aburridas, aunque yo sólo miraba por la ventana a los grupos que iniciaban sus clases de educación física, esperando a que se haga pronta la hora de irme.
Una vez que el último timbre del día toca, anunciando el final de la jornada, junto mis cosas con rapidez para poder irme y evitar las miradas de varias personas sobre mí.
Ya fuera del establecimiento pienso en salir a una cafetería o algo por el estilo, sinceramente no tenía ganas de volver a casa, siendo que tampoco tengo qué hacer ahí. Así que sin más, me dirigí hacia una cafetería cercana.
Donde solamente pedí un café para llevar, el cual fui bebiendo en el camino a la plaza de siempre. Allí simplemente me senté en un banco y me dediqué a terminar el café antes de que se enfriara con el clima actual de Busan.
—No me esperaba verte de nuevo por aquí.
Me sobresalté en cuanto una voz se deja escuchar detrás de mí, provocando que el poco café que quedaba terminase sobre el suelo y que un no tan fuerte grito escapara de mi boca.
—Oh, disculpa, no era mi intención asustarte. —Dice el chico, aguantando las ganas de reírse por el susto que me había llevado.
Enseguida voltee en su dirección y noté que era el mismo chico que me crucé en este mismo parque horas pasadas. Me tranquilicé un poco, puesto que no parecía ser malo o tener malas intenciones, por lo que podía notar.
—N-no te preocupes... —Dije sintiendo el calor en mis mejillas.
—"Ah, no, ya vas a empezar, Jeon" —Pensé.
—¿Estás bien? Pasaste de estar blanquito a rojo, ¿Tienes fiebre? —Preguntó un tanto desconcertado, tomando asiento a mi lado.— Soy Taehyung, por cierto, Kim Taehyung.
—Sí, estoy bien, sólo... Nada, debe ser el frío. —Respondí rápidamente, negando levemente mientras acomodaba la bufanda para que tape mi barbilla.— U-un gusto... Soy Jeongguk, Jeon Jeongguk.
Como respuesta recibí una cálida y rectangular sonrisa, muy linda y pacífica a mi parecer. Y la cual, inevitablemente, terminé correspondiendo de forma tímida.
—¿Qué te trae por aquí, Jeongguk?