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 »narrador omnisciente.



—¿Por qué, Yoongi? ¡Por Dios! Tienes una hermana, un hijo y un amigo que te quieren más que a nada, ¡¿Por qué quieres abandonarnos así?! —Gritaba Jeon, ya sin ganas de aguantar el llanto que ahora salía sin tener intenciones de detenerse.— ¿Por qué?...

—Ya no lo soporto, no puedo darle una buena vida ni a mi hermana ni a mi hijo. ¡Mírame! Soy un completo desastre, no puedo mantenerme ni a mí mismo, ¿Cómo cuidaré de ellos?...

Jeongguk sólo se dedicó a abrazarlo con fuerza, tirando el encendedor por la ventana antes de que las colchas de la cama pudieran encenderse, porque sí, tenían litros de gasolina sobre la que Min tenía planeado perder su vida.


—Eres un idiota, no puedes irte, no puedes... —Lloraba contra los oscuros cabellos del contrario, sintiéndose aliviado y triste al mismo tiempo. Al menos había llegado de tiempo.

—Jeongguk...


La mirada del recién nombrado se dirigió a la puerta, donde un sorprendido Taehyung los observaba sin entender ni un poco sobre lo que pasaba.


—¿Quién es él? —Pregunta Yoongi.

—No es la mejor situación para presentarlos pero... Yoongi, él es Taehyung, el chico del que te hablé. Y Taehyung, él es Yoongi, mi mejor amigo...


Tras la penosa presentación, los mejores amigos le contaron a Kim todo lo sucedido. Desde el accidente con sus padres, la falta de dinero, el abandono de su novia y la llegada de su bebé, los problemas para encontrar trabajo por su aspecto de "pandillero" y además los problemas que su hermana tenía con las drogas. Y, sintiendo una gran tristeza, se ofreció a ayudar en todo lo posible a los Min.

Yoonji apareció horas después, ella se encontraba bien por suerte, tan sólo estuvo con sus nuevas amistades de las clases de auto-ayuda para adictos. Claramente no fue hermoso para nadie el haber encontrado a su hermano de esa forma, pero después de hablarlo bien terminaron dormidos junto con Jihoon en la habitación de Yoonji, protegiéndose como la familia que eran, y prometiéndose estar más unidos que nunca.

Jeon y Kim se fueron luego, guardando silencio mientras Jeongguk calmaba su agitada respiración y trataba de parar el llanto.

Sus ojeras eran notables, al igual que la debilidad que sentía. El cansancio, las pocas energías y la necesidad de una buena siesta igualmente se notaban con sólo verlo. Y Taehyung no podía estar más preocupado.


—Te notas cansado... ¿Por qué no vas a tu casa a dormir? Se hace tarde y mañana tienes clases.

—No quiero dormir. —Respondió encogiéndose en su lugar.

—Debes dormir, Jeongguk, no te hace nada bien estar tan cansado. —Insiste.

—¡No he dormido desde hace muchísimo tiempo y menos lo haré ahora! —Exclamó cansado de la insistencia.

—¿Qué es lo que te pasa? ¡¿Qué tienes?! ¡Dímelo de una vez! —Frustrado, pasa una mano por su cabello antes de seguir.— ¿Por qué siempre estás tan cansado? ¿Por qué siempre estás despierto en la plaza a la madrugada? ¡¿Por qué no confías en mí?! —Sube su tono de voz, igualmente cansado de tener que insistirle, ya no quería seguir guardándose las dudas, necesitaba saber más sobre él.

—¡Tengo somnifobia! ¡¿Contento?! ¡Tengo pánico de dormir y aunque me esté matando la falta de sueño no puedo hacerlo! —Gritó Jeongguk, dejándose caer de rodillas al suelo, perdiendo toda la fuerza que había manteniendo. Física y de voluntad, nuevamente las lágrimas recorrían su rostro y terminaban en su barbilla.

—¿Por qué no me lo dijiste?... Dios, Jeon... —Se agacha a su lado, atrayéndolo hacia su cuerpo para abrazarlo con la fuerza justa que no lo lastime, sin saber en qué momento era él quien sollozaba.— No tienes que ocultarme esas cosas, no a mí...

—Siempre viví solo con esto, no necesitaba a alguien más que se preocupara por un tonto que tiene miedo de dormir... —Responde con enojo, enojo por no poder se como los demás chicos de su edad, por sentirse tan malditamente débil, de no poder dormir.

—No me preocuparé, te ayudaré en su lugar. —Murmura, viendo como el menor lo observa algo asombrado.— Te volviste lo más importante en mi vida sin conocerte tan a fondo, ahora quiero saber absolutamente todo de tí, y quiero ayudarte a curar todas tus heridas.


Taehyung toma con su diestra el mentón de Jeongguk, haciendo que no pueda apartar la mirada y dejara a la vista sus coloradas mejillas. Las cuales besó con suavidad y cuidado, terminando por besar sus labios cortamente. Causándole mil y un sensaciones que nunca antes había sentido, que ninguno había sentido antes.  

somnifobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora