La última Octoling

Un encuentro inesperado

Era una mañana tranquila desde lo sucedido en la noche anterior con todos los sucesos que se habían formado en tan poco tiempo.

Con ambos hermanos reunidos nuevamente y habiendo logrado calmar el rencor que Zack le tenía a Luck, era un momento perfecto para que estos intentasen conocerse mejor.

Aunque, primero que nada el Inkling lo que quería era saber más sobre su contrario. Aquél ya se encontraban despierto, por lo que simplemente esperó en la sala de su hogar a que su amiga se levantase para preguntarle unas cuantas cosas sobre su hermano.

Aunque, para su mala suerte ese no fue el caso despertándose primero el Octariano. Al percatarse del Inkling, tan solo le miró con una mirada desafiante para así, dirigirse hacia la cocina del sitio y sacar de la nevera un cartón de jugo y unos cuantos dulces que guardaban ahí.

No sobraba decir que, entre ellos se encontraban gomitas y paletas. Posteriormente, el mismo tomó directamente de la caja al liquido.

Luck, al dirigirse hasta donde él y encontrarse con tal escena simplemente suspiró de una manera profunda.

— Pudiste haberlo pedido, ¿sabes?

No pasa nada si querías algo para desayunar. —

Al escuchar aquello, Zack simplemente abrió una paleta para así, llevarla hasta donde sus labios.

— Lo dices como si me importase tu opinión. —

Respondió. Continuamente observó al opuesto de reojo y pronunció lo siguiente:

— Seamos honestos: yo no te agrado y está claro que tu no me agradas a mi. ¿Para qué tratar de cambiar eso cuando ambos sabemos que no funcionará? Simplemente no te metas en mis asuntos. —

Seguido de ello, el Inkling tan solo se cruzó de brazos y le dejó tranquilo en el sitio para posteriormente dirigirse hasta el cuarto de su amiga y tocar la puerta del mismo, esperando y ella estuviese despierta.

— Pasa. —

Fue lo que se escuchó de la chica momentos después de haber tocado la puerta.

Acto seguido, Luck se limitó a pasar y se encontró su contraria aún en pijama y postrada sobre su cama con unos audífonos puestos junto con su móvil en manos.

— Oh, buen día.~

¿Qué tal dormiste? —

Preguntó al opuesto con una gran sonrisa en el rostro para rápidamente retirarse los audífonos de sus orejas.

Luck simplemente se había limitado a recargarse sobre una de las paredes del sitio con los brazos cruzados para responder a su pregunta.

— No me puedo quejar.

¿Qué hay de tí? —

— ¡Bastante bien!

Aunque... ¿sucedió algo entre ustedes hace un rato? Me pareció haberlos escuchado... —

Lo cual, si se lo preguntaban era algo que la inquietaba.

— Bueno... no es algo de mucha importancia.

¿Sabes? Si te soy honesto es que estaba pensando en limpiar uno de los cuartos que tenemos sin utilizar y dárselo a Zack. Ya que ahora vivirá con nosotros, supongo que no estaría mal el hacerlo. —

O eso es lo que él pensaba.

Su amiga, al instante de escuchar aquello no pudo evitar sonreír por tal maravillosa idea.