Epilogo

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Epílogo:

—Cuando me dijiste que actuaba como una niña decidí terminar con Eugeo... No podía estar con él sabiendo que solo pensaba en ti... aunque no me...

—¿Cuántas veces piensas decirme eso? —la interrumpió ansioso.

—Vi tu cara cuando descubriste que había venido a la boda...

—Creí haber dicho que sólo quería gente que estuviera feliz de vernos felices...

—Él estaba feliz de verme feliz... ¿o no lo crees así?

—Suficiente charla, de momento no quiero oír hablar de ese sujeto en nuestra noche de bodas...

—Kazu... no... ¡ah!

—He esperado este momento más de dos años, Asuna... —besó el cuello de la chica mientras sus dedos ansiosos luchaban con los botones de su vestido de novia.

—Si mal no recuerdo... me rechazaste poco después de cumplir diecisiete... —le dijo con maldad evidente, pese a que movió su cabeza hacia atrás dándole más espacio a sus besos.

Él se detuvo, y volvió a verla fijamente. Acunó su rostro con ambas manos —Asuna, te respetaba demasiado como para tomar todo lo que me ofrecías... tarde o temprano ibas a odiarme si dejaba que eso siguiera... Y créeme no fue fácil decirte que no...Eras toda una tentación...

Ella se rió levemente con mejillas sonrojadas, y atrapó sus labios en un beso tumultuoso. Sus lenguas se encontraron en medio de la voraz caricia y sus cuerpos se pegaron como dos imanes, buscándose. Prenda por prenda fueron cayendo al suelo, y pronto piel desnuda conoció el tacto de más piel desnuda.

Kazuto tomó a su flamante esposa entre sus brazos, y a grandes zancadas se dirigió al blanco lecho que sería testigo de la consumación de su amor.

Fueron dos años complicados encuentros y desencuentros; de perdón, olvido y reconocimiento desde esa noche en la que ambos esclarecieron sus sentimientos. No fue fácil, fue un camino cuesta arriba, muchas veces lleno de obstáculos; donde debieron aprender a soportar sus egos, y sanarse mutuamente.

Pero se amaban. Mucho.

Cuando Asuna cumplió los diecinueve y Kazuto los veinticuatro, se armó de valor y le pidió su mano a Koichirou. Eran demasiado jóvenes pero estaban convencidos que querían pasar su vida juntos. El aludido no pudo negarse. Era testigo de todo, y aunque al principio estaba dudoso, acabó aceptando.

Kazuto se aferró a la cabecera de la cama para no aplastarla, cuando la exquisita sensación se apoderó de él, y se sintió desfallecer. Advirtió que Asuna se revolvía inquieta bajo su peso, y la contempló: se veía tan hermosa con su rostro sonrojado tal y como esa noche que siempre guardó en su memoria. Con las lágrimas incipientes en sus pestañas... ¿lágrimas? ¿Pero qué...? ¿Acaso...?

Ella ahogó un gemido de dolor y escondió la faz en su hombro, entonces Kazuto comprendió. Sorprendido se quedó inmóvil y tomó el rostro lloroso de su mujer, ahora sí su mujer.

—¿A-Asuna...?

Ella sintió los temblorosos dedos borrándole las lágrimas con precaución y murmuró.

—También te respetaba tanto Kazu... que jamás pensé en entregarme a otro que no fueras tú...

Él la besó raudo —Te amo...

Y Asuna le respondió, casi como si fuera la primera vez —También te amo...

Esa es la frase prohibida, nunca debas decírsela a alguien a menos que lo sientas.

Nota:

Finalmente después de ¿diez? Meses por fin cuelgo el final de este fic.

Cuando pensé en esta historia lo hice en alusión a la forma liviana en la que decimos 'te amo' como si fuera una frase hecha, sin tomar el pleno conocimiento, ni las connotaciones que lleva. (ignorenme!)

Kazuto le explica a esa Asuna de once años que solo debe decírsela a quien ame de verdad, no por un simple capricho.

Si alguien no entendió el final, Kazuto descubrió que él era el primer hombre en su vida... hice a Asuna demasiado alocada en este fic, pero tenía bien en claro que había algunas cosas que para ella eran importantes.Y nunca se entregó a Eugeo.

• Sí hice que se casaran, realmente me hizo mucha ilusión narrar ese epílogo ^^ 

•A grandes rasgos pude narrar todo lo que habia pensado para estos dos, puede que me hayan salido un tanto OOC pero bueno el tema era que Kazuto se negaba a aceptar que sentía algo, y Asuna no quería verse débil ante él (aunque el casi haberse entregado a sus brazos puso en evidenciaba que lo amaba muchísimo) Y además me gustó mucho la intervención de Kou... realmente lo vi yéndose a las piñas para salvar el honor de su hermana.

• Y wow! es el primer fic que narro donde solo aparecen Asu y Kiri!  

Bueno, al menos terminé mi fic de la #kiriasueek pasada...

Gracias por haber leído... quisiera hacer una nota de autor más fluida pero son las 4:06 am... y mi cerebro no coordina.

Sumi~ Nos vemos pronto!

*Musica que escuché para inspirarme:

Hillsong young and free,Youth Revival.

Kiosko, Maquillaje Gama.

La frase Prohibida #Kiriasuweek2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora