Pura suerte la mía. Había logrado no llegar tarde a la Universidad. La sesión de maquillaje de esta mañana se había alargado más de lo que esperaba, pero había logrado tapar todas aquellas marcas que Drew me había hecho la noche anterior. Por una vez en mucho tiempo mi cara no era lo que más maquillaje requería. Solo había precisado de un poco de base para tapar la pequeña marca roja que su fuerte bofetada me había dejado. Donde tuve que aplicar mucho más corrector había sido en los brazos y muñecas. El fuerte agarre de Drew había provocado grandes moratones en mi débil piel. Pero gracias al cielo había podido disimularlas todas.
Con todo mi esfuerzo y mi antipatía, logré ignorar a tres de mis compañeros que se me acercaron para pedirme que hiciera el trabajo de Osteología con ellos. Me negué completamente. No porque no quisiera hacerlo, sino porque Drew estaría totalmente en desacuerdo y se enfadaría mucho. Había llenado el cupo de enfados del mes. Mi cuerpo no soportaba más palizas de momento...
Era una buena estudiante. No me quedaba otra. Aunque Ian estaba lejos, cada vez que hablábamos me presionaba con los estudios. Yo también me presionaba. Si quería ser una antropóloga forense famosa tendría que esforzarme mucho. Dedicarle todo el tiempo posible. Era fácil. La única distracción que tenía era Drew, y no muy constante cuando eran días entre semana. La segunda era hablar con Ian por telefono. Lo hacíamos bastante. Cada dos o tres días nos pasábamos horas y horas al teléfono. Aunque no me lo diga, sé que se siente culpable por haberse ido y haberme dejado sola. Más aún después de enterarse que los abuelos habían muerto. La última de mis distracciones, y por tanto, la más inusual, era la televisión. Pocas eran las veces que me sentaba frente a ella. Sin duda prefería estar leyendo o estudiando.
Cuando por fin sonó el timbre del descanso para comer, suspiré aliviada. No tenía suficientes fuerzas como para aguantar otra clase más. Mi estómago rugía demandando comida, ya que con las prisas no me había dado tiempo a desayunar. Como de costumbre, me dirigí sola a la cafetería. Cuando tuve la bandeja llena de comida, busqué una mesa libre que estuviera bastante alejada del resto de estudiantes. Encontré el sitio perfecto. La mesa de la esquina. Pegada a la gran cristalera que había por ventana y lejos de todo lo demás. Caminé hacia ella con decisión, fijando mi vista en el suelo y nada más. A pesar de no hablar con nadie y preocuparme por mis estudios, nadie me molestaba. Creo que era por el hecho de que Drew tenía amigos en esta Universidad y les había advertido sobre mí. Eran ellos los que se ocupaban de informar a Drew si alguna persona se dignaba a hablarme en su presencia.
-¿Puedo sentarme? - levanté la mirada, encontrándome con dos ojos azules que me miraban expectantes. Su rostro estaba adornado con una tímida sonrisa. Negué con la cabeza. - No hay ningún sitio más libre...
Me encogí de hombros. Odiaba ser así de antipática. Pero era lo que tenía que hacer. Debía obedecer a Drew. Se lo merecía.
-No te molestaré, lo prometo. Solo quiero sentarme a comer. - volví a encogerme de hombros, dedicándole una mirada de indiferencia.
Bajé de nuevo mi mirada y seguí comiendo. Pude ver por el rabillo del ojo que la chica se había sentado frente a mí. Era demasiado guapa. Su pelo rubio le caía en ondas por sus hombros. Sus ojos, de un color azul intenso estaban concentrados en su comida. Había cumplido su promesa. Se había mantenido centrada en su comida sin romper el silencio que se había creado cuando se sentó.
Terminé de comer. Me sentía incómoda con la presencia de esa chica. No por ella. Sino por si algún amigo de Drew nos había visto e interpretaba otra cosa. Quizá le iban con el cuento de que le había desobedecido por milésima vez y estaba intentando hacer amigas. Recogí mi bandeja y mis cosas y me dispuse a salir de allí.
-Me llamo Felicity. Pero todos me llaman Fliss. - la miré de reojo, intentando no prestarle toda mi atención. Luché interiormente contra mí misma para no tomar la mano que me había ofrecido y presentarme. - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? - sonreía ampliamente. Quité mi mirada de sobre ella y la posé sobre la bandeja. Si la miraba todo iba a ser peor. - ¿Por qué no hablas? ¿Te he caído mal? - negué con la cabeza, sonriendo débilmente y me fui.
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Fanfiction"-Temperance, esas marcas no demuestran amor. Son claramente una muestra de maltrato". "-Niall, él no me maltrata, solo quiere hacerme aprender. Drew me quiere, estoy segura, y yo le quiero". "-Drew no sabe lo que es querer a alguien, Temperance. Y...