Prólogo

13.2K 1.5K 64
                                    

¡JiMin! —el nombrado lo ignoró, tensando los hombros de manera involuntaria, continuando con lo que estaba haciendo, afinar su querida guitarra—. ¡Tu galán ha vuelto! —exclamó Jin emocionado, al abrir las puertas del camerino de par en par.

Los dedos de JiMin resbalaron entre las cuerdas al levantar la mirada, mostrando su notable entrecejo fruncido y la hermosa curva de sus labios rectos con evidente disgusto, odiaba que le interrumpieran, más cuando era a Minnie a quien afinaba, porque no era cualquier guitarra sino más bien la primera que pudo comprarse él mismo, y eso lo llenaba de orgullo.

Querrás decir acosador —corrijió JiMin, volviendo a lo que estaba haciendo.

¡Por Dios! Más aburrido y tu nombre debería cambiar a Kim NamJoon —resoplo indignado, caminando con la frente bien en alto y esa naturalidad sensual que lo acompañaba por donde caminara, la ventaja de ser un shifter gato. JiMin se encogió de hombros intentando ignorar la imagen mental de su acosador, bebiendo un vaso de alcohol en una de las mesas de al fondo, observándole mientras se llevaba con elegancia la copa a sus finos y rojos labios. Debía concentrarse, la última ves que se había quedado viéndole más de la cuenta había olvidado sus líneas.

Si no lo quieres tú, entonces lo tomaré yo —JiMin miró por el reflejo del espejo como su compañero de trabajo se echaba un bálsamo en sus carnosos labios y guiñaba con picardía. Un nudo se formó en su garganta al pensar que tendría que discutir con él por quién se quedaría con el bombón—como le decía Jin—sin embargo, sabía que si los coqueteos de Jin para con su acosador funcionaban, entonces las horas perdidas en las que pensó en aquel desconocido, serían eso, sólo horas perdidas.

Como quieras —finalizo su conversación, no tenía más intenciones de verle el rostro a Jin más de lo necesario, porque aveces se sentía deslumbrado por tanta belleza. Él solo era un shifter común y corriente, que usualmente traía puesto sus confiables converse, sus desgastados jeans y una remera que solía variar entre gris o negro, nada extravagante.

Cuando el sonido de las cuerdas apenas volvieron a escucharse, la puerta volvió a abrirse.

JiMin, sales en cinco —dijo NamJoon, con la típica cara de mal humorado que solía cargarse encima, claro, antes de que sus ojos se toparán con la figura de Jin y este le diera una mueca en respuesta—. Hola dulzura, ¿te gustaron los chocolates que te regalé?

No lo sé, puedes preguntarle a la mesera, seguro te dice que estaban deliciosos.

Me levanté de mi lugar para salir de la manera más normal y disimulada posible, odiaba tenerlos a los dos cerca de mi, eran un dolor de cabeza. A sus espaldas aún podía escuchar la voz de NamJoon diciendo: “Vamos, no te hagas el difícil, sé que tú también lo quieres...” y la de Jin respondiendo: “Deja de soñar despierto y aléjate de mi, NamJoon, es la última vez que te lo repito”.

Una ves detrás del telón, JiMin esperó a que V saliera del escenario para entrar y acomodarse en una silla junto a su guitarra—. Mi nombre es Dark Singer y hoy tocaré para ustedes, espero y disfruten de la buena música.

Cuando la primera nota salió de la guitarra, no sólo sus dedos se encontraron con las cuerdas sino también sus miradas.

La de aquel desconocido y la de JiMin, en una suave melodía.

_________________

1/2

➀ Dark Singer➧ƳɱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora