Capítulo 5

1.3K 79 6
                                    

Era miércoles.

Miércoles. Nessa bufo y dejo su plato en el lavavajillas, cuadro los hombros y esperó a sus hermanas en la puerta.

Su reloj marcaba las nueve treinta, en la escuela, Emma tendría que ir justo ahora con la trabajadora social.

Es decir, sino hubieran faltado.

Pero faltaron. Nessa apretó los dientes y contó hasta diez, ¿Cómo es que se había olvidado de la carrera con su papá? El calendraio lo tenía marcado con un color que no tenia ningún respeto a la sensibilidad de los ojos, así que ¿cómo sucedió?

Ahora faltaría en el día que tenía tres horas de su clase favorita. Bufó de nuevo, pero más fuerte, llamando la atención de Valeria que se estaba colocando su abrigo en la sala.

La ignoró y siguió pensando.

La carrera no podría ser en otro día, ya que su padre había pedido ese único momento libre en todo el mes, sino hubiera luchado con uñas y dientes para quitar la fecha y colocarla cuando ella tuviera cita con la trabajadora social. Esa clase si que valía la pena perderse.

-Te ves agustiada- se burlo Valeria colocando el gorro en su cabeza, -, tranquila, hermanita, tu quedate atrás y yo me ocupo de papá, lo atrapare en la primera hora y conseguiré salir el sábado.

La carrera, cómo su nombre lo decía, trataba de una carrera en la que su padre viajaba por el bosque, sus hermanas y ella lo buscaban y la que lo atrapará primero, obtendría cualquier cosa dentro de los parámetros. Nessa agradeció a Dios el entusiasmo de Valeria, mientras más rápido acabarán con la carrera mejor para ella.

-¿Para qué quieres salir el sábado? - pregunto Nessa, Valeria aunque de una manera más alocada trataba la vida, las hermanas siempre eran de permanecer en su casa. Incluso los fines de semana. Y hasta se podría decir que Valeria era la que más disfrutaba quedarse.

-Siento esa necesidad de.. salir, poder respirar un minuto o algo fuera de Forks -y aunque sonreía se le veía desesperada.

-Puedes ir a Seattle -sugirió Nessa.

-"Podemos" -la corriguio Valeria.

Nessa asintió, a sabiendas de que todas irían a Seattle. Podrían trabajar en equipo.

Sin ningún aviso, Helena estaba enseguida de ellas. Ni siquiera la habían escuchado acercarse, aunque Emma por el ruido estaba arriba en el cuarto poniéndose las botas. Era raro, por que Helena siempre marcaba mucho los pasos al caminar, lo que hacía difícil no escuchar sus pisadas.

Nessa tomo las llaves de la camioneta y salió al frío viento, casi corrió para llegar a la cabina con calefacción. Pero se colocó en el asiento del copiloto. Helena y Valeria la siguieron enseguida, y Nessa le entrego las llaves a la primera. Hoy ni siquiera quería conducir.

Esperaron pacientemente a Emma, en silencio, hasta que Helena empezó a hablar.

-Pensé que nunca diría esto, pero me hubiera encantado ir a la escuela.

-¿Por qué? -Valeria demostró toda su incredulidad en su voz, Helena se encogió de hombros.

-Hoy la cafetería tendría hot dogs -se lamentó.

-Eso si que es triste -dijo entre risas Nessa.

-Al menos no me pongo triste por que no tuve tres horas de historia.

Nessa se recargó y cerró los ojos sintiendo como la puerta de atrás se abría y la camioneta empezaba a andar.

-Eso es pasarse de la raya conmigo, Helena- levantó un dedo acusador y abrió los ojos al escuchar que prendían el GPS.

Howling Down ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora