Querida Tania, te escribo esta carta para que sepas que... bueno...
Yo, el primer día, o el segundo, o eso creo, no recuerdo...
Uno de los primeros días de clases de alemán, en ese aula tan pequeña que encontré por casualidad porque me perdí y llegué un poco tarde, pregunté a una de nuestras compañeras y sí, estaba en el aula correcta. Tras observar a los compañeros, vi a Ramírez, que lo conocía de años anteriores y me senté a su lado. Como era de esperar, mi despiste me hizo olvidar folios para las clases, a lo cual le pedí varios. Al mirar hacia atrás, no sé, vi que había más chicas que chicos en la clase y tú estabas sentada detrás a mi derecha y, recuerdo que llevabas un colgante de cuarzo. Al ver la "caña" que nos dieron ese día con la redacción, pruebas de nivel..., me puse un poco tenso, pero al final sobreviví.
Cuando vi que sólo quedaban como diez minutos para terminar la redacción, la entregué en sucio, no me daba tiempo pasarla y bueno... quedó como quedó, la aprobé pero estaba llena de tachones.
Pasadas unas semanas, nos cambiaron la clase y, como llegué tarde (otra vez, sí), me senté delante y, como tampoco tenía el libro, me senté al lado de Marina. Lo importante fue cuando vi a Ramírez, el cual no me había fijado que estaba porque llegué tarde. Te vi que estabas hablando con él y no sé... En tu mochila vi que tenías un estampado con la bandera inglesa, a lo que no pude resistirme a preguntarte dónde lo conseguiste, por lo que comenzamos a hablar sobre Londres y, cuando te dije lo que me parecía, junto con las ganas que tenía de ir allí, te reíste. No sé, me hizo gracia a mí también.
Pasados unos días, encontré tu usuario por Internet y comenzamos a hablar. Pasaban los días y las conversaciones que teníamos pues, no sé, me parecieron más interesantes cada vez. Recuerdo que una de las clases en las que ya tenía el libro, me hizo mucha gracia porque, como ya sabes, me timaron al comprarlo, y me dijiste que encontraste el libro por Internet, a lo cual me pareció súper curioso; una página rusa, ¡quién lo diría!
Más gracia me hizo cuando te dije: "Me vas a matar por esto", o algo similar.
Por el mes de noviembre, tanto tú como yo no íbamos a clases porque teníamos muchas tareas que hacer, pero seguíamos hablando por chat. A finales de noviembre, como un mes sin hablar, debido a las tareas, te encontré de nuevo de manera inesperada, el día que ibas a la Facultad de Filología y comenzamos a hablar. Te hice un "tour" por la misma. Me hizo gracia cuando de mostraba la facultad porque me decías que te parecía el Castillo de Hogwarts. Tras encontrar la biblioteca que querías, esto fue otra cosa que me hizo gracia, te pedí el número de teléfono y no sé, tú me apuntaste el número, con tu puño y letra, lo cual me gustó, pues ya podíamos hablar mejor que por chat.
Creo recordar, por el día veintiocho de ese mismo mes, que me dijiste que ibas a las clases de alemán y yo te dije que si te habías olvidado de mí y me dijiste: "para nada idiota (caritas de risa)" y comencé a reírme también. Otro día que te dije que no iba porque estaba resfriado me dijiste que tenía que recuperarme. Eso me animó.
Por el mes de diciembre, el día del Festival de Videojuegos, te pregunté si querías ir y no podías por el dinero. Ese día me hizo también mucha gracia, cuando te pasé fotos mías con el pelo largo y comenzaste con una lista de enunciados enumerados, entre los que se encontraba la frase similar a ésta: "el pelo largo déjatelo así para siempre", comencé a reírme tanto que la gente comenzó a mirarme raro. Me gustó también cuando me dijiste que te gustaba mi pelo.
El día de fin de año, creo que fue uno de los mejores, ya que te mandé un audio. Sí, estaba nervioso, no sé porqué y, al oír de nuevo mi voz, me dio hasta vergüenza. Cuando me respondiste ese tocho diciéndome que te agradó mi voz, no sé, mi cara estaba muy, bueno... ya imaginarás cómo. En definitiva, me gustó mucho tu respuesta, sobre todo cuando me dijiste "qué agradable".
Otro día, por los inicios de enero, comenzamos a hablar mucho por chat hasta las tantas y cuando te decía: "qué graciosa" me gustaba y, de hecho, me gusta tu reacción con la carita sonrojada. Lo que me dijiste sobre un secreto fue lo que más me intrigó (me recordó a la Cámara Secreta de Harry Potter) y, de hecho aún me sigue intrigando, junto con la frase: "bueno... cuando llegue el momento, lo sabrás." No sé, son detalles que me hacen pensar cosas, las cuales no sé si estamos de acuerdo.
En definitiva, desde el principio, no sé qué pasó pero te conocí y, como me dijiste la primera vez desde Internet que te encontré, pensé "creo que sí."
Vaya carta más larga estoy escribiendo, pero esto te lo tenía que decir tarde o temprano ya que no puedo ocultarlo. Sí, por lo que te conozco, me pareces una chica muy simpática, agradable, encantadora, tímida y creo que reservada, pero no sé, en general me pareces genial, además de no sólo físico, lo cual eres para mí muy guapa, llamándome mucho la atención tu pelo largo rubio, que me encanta.
No sé qué estarás pensando o sintiendo en este momento al leer estas líneas que quedan de carta. Sólo espero que te haya gustado y, si me das respuesta, pues me puedes responder como quieras, sea por chat, teléfono o por otra carta.
PD: Me encantan los momentos "random", sobre todo cuando nos vemos, no sé. Bueno... también me gustaría verte más veces, pero sabiendo que puedo seguir hablando contigo por chat o como sea, ya me siento feliz.
Muchos besos Blondie.
Fdo.: Jaime Sánchez Martínez
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Sucesos de lo extraño
General FictionCon una vida normal y sencilla, un estudiante de Biología vivirá una serie de sucesos que le cambiarán la vida para siempre. Recopilando cartas e historias contadas por él mismo, este chico muestra acontecimientos de su vida, además de saber que con...