Sucesos de lo extraño

Introducción

Puse esta carta como parte del Prólogo porque marcará un antes y un después en esta historia. Comencemos por el principio, con mi presentación.

Hola, me llamo Jaime Sánchez Martínez, tengo dieciocho años y soy estudiante de primer año de Biología en la universidad. Me encanta la ciencia, me apasiona, aunque también me gusta estudiar idiomas, por lo que también estudio alemán, además de inglés. Tengo un hobby, dibujar. Me gusta dibujar lo que veo, ya sean paisajes, animales o personas y, por supuesto, la anatomía, tanto humana como de animales o insectos. Vivo con mis tíos en un piso cerca del centro de la ciudad, pero está a veinte minutos de la universidad y, para ir a ella, tengo que coger el bus, aunque prefiero ir en bici. Vivo en un barrio muy tranquilo, pero muy aburrido, ya que apenas hay gente joven. No soy de tener muchos amigos, sólo mi amigo Ramírez del instituto y un amigo de la infancia, Francisco Manuel (yo lo llamo Fran), pero se fue del país a estudiar en el extranjero tras acabar el colegio, por lo que no lo veo desde hace ya unos cuatro años. Creo que ya me he presentado. Ahora comenzaré a contar mi historia, una historia escrita por mí, Jaime Sánchez Martínez.

Todo comenzó en septiembre, el primer día de clase, un día tan normal como cualquier otro. El sol brillaba y hacía mucho calor, lo cual parecía hacer un día muy pesado y difícil. Eran las siete de la mañana y aún tenía sueño, pero estaba ansioso por comenzar mis estudios en la universidad. En la universidad, había muchos estudiantes de todas partes, incluidos extranjeros. Entré en el aula, la cual era enorme, un aula que podía albergar a más de cincuenta estudiantes, de forma semicircular, orientada a la parte frontal, donde se encontraba la mesa del profesor. Me recordó a una sala de cine, con los asientos dispuestos a modo de escalera. Yo me senté por las filas del centro, ya que se veía mejor la pizarra. Mientras esperábamos al profesor, la gente comenzaba a hablar y yo estaba dibujando todo lo que veía; la clase, los alumnos hablando... hasta a mí mismo sentado en medio de la clase mientras dibujaba. Una vez llegó el profesor, se llevó a cabo la presentación de la carrera, cosa que duró unos veinte minutos, hasta la hora y media siguiente, cuando comenzaba la primera clase.

-Hago un pequeño inciso. No voy a contaros tampoco todo lo que pasó en las clases ya que no ocurrió nada interesante ni tampoco tiene mucho que ver con la historia.-

Al día siguiente y, aquí hay ya historia interesante que contar, comencé mis primeras clases de alemán, que tenían lugar en un pequeño aula escondido, el cual me costó encontrar. Era pequeño y muy caluroso, ya que no tenía aire acondicionado y estaba lleno de gente. La clase comenzó fuerte, ya que nos hicieron una prueba de nivel, además de tener que entregar una redacción en menos de diez minutos. Durante la clase, me encontré con Ramírez, el cual conocía por su gusto por las series policíacas. Observando la clase, vi a una chica sentada detrás a mi derecha, de pelo largo rubio, ojos claros, piel caucásica, de estatura medio alta, camiseta oscura sin mangas, pantalones vaqueros cortos y llevaba un colgante de cuarzo. En definitiva, de entre toda la gente que había allí, me fijé en ella. Acabada la clase y, tras haber sobrevivido a todo, salí con mi amigo para tomar algo antes de las clases de Física (otra de las ciencias que me apasionan), cuando volví a ver a la chica en la cafetería. Mi amigo también la miraba y me dijo que era una chica muy guapa, a lo que le dije con voz baja: "Cierto..." Durante el café, hablamos de lo que estudiábamos en la universidad y las ganas por aprender cosas nuevas. Acabado el descanso, cada uno se fue a su clase hasta las dos y media de nuevo, momento en que acabamos todos. No he dicho que, en esa clase de alemán había estudiantes tanto universitarios de grados distintos como no universitarios. Mi amigo estudiaba Filología Hispánica, por lo que sólo lo veía allí, ya que su facultad y la mía estaban en distintos lugares de la ciudad. Las clases de alemán tenían lugar cerca de la Facultad de Filología, en un edificio al lado opuesto de ese Campus.

Hasta ahora, todo normal, una semana normal. Todo comenzó a cambiar a la semana siguiente.