Segunda carta
Querida Elizabeth:
Me quedo un poco mal sabor de boca no hacer una segunda carta, solo han pasado ocho días de la última y no puedo evitar mirarte cuando estás cerca mío, me observas como si hubieras leído la carta o si escucharas mis pensamientos, aunque me guste apreciar tu carita me da mala espina saber que es de molestia y más si es por mi.
Tus ojos son tan profundos, me pones boba, lo malo es que logras darte cuenta y luego para mi desgracia logras ver mi vergüenza.
Mis días se hacen larguísimos si estás tú presente, no sé si finges estar bien, pero no hay rastro de dolor en tus expresiones, estás feliz.
Con dolor, me despido.
Te amo.
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Querida Elizabeth:
RandomCartas creadas con el corazón roto por si algún día las lees tu, Elizabeth.