Querida Elizabeth:
Demuestras felicidad, te demuestras tranquila y creo que me gusta verte así. En cambio yo, tan preocupada, inquieta y cosas por el estilo.
Aún tengo y aprecio aquellas canciones que tanto escuchábamos juntas y no es tan triste volverlas a oír como pensaba, en ese momento aquellas canciones tan deprimentes se convertían en algo más bien romántico y tierno, escucharlas ahora me tranquiliza un poco y me dan ganas de escribirte esta carta.
¿Recuerdas lo mismo que yo? Todos aquellos momentos que aún no comprendo porque acabaron. Quizás si tenía que ser así, al parecer no estamos destinadas a estar juntas, pero si a encontrarnos una y otra vez, maldita sea ¡que tortura!
Me despido con mucho amor.
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Querida Elizabeth:
AcakCartas creadas con el corazón roto por si algún día las lees tu, Elizabeth.
