Querida Elizabeth:
Estoy escribiendo esta carta prácticamente obligada por mi propios pensamientos, pasos mis noches pensando que escribiré y como te lo tomarías al leerlo aún así sabiendo que no pasará.
Estoy pensando en recuperarte, perdón si suenas como un objeto, pero no es mi intención. No sé que tan buena idea sea recuperarte, de apoco voy dejando el rencor y lo único que hace o provoca en mí es tener la sensación de que puedes volver a ser mía.
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Querida Elizabeth:
De TodoCartas creadas con el corazón roto por si algún día las lees tu, Elizabeth.
