Querida Elizabeth:
Llevo días sin escribirte, espero que no te molestes.
Ayer te vi ¿coqueteando? Sé que lo estabas haciendo ¿ya me olvidaste? No puedes decirme que no le estabas coqueteando, te conozco hace tres años y sé perfectamente cómo es tu cara de coqueteo, para mí desgracias siempre logras lo que buscas.
Me digne a no verte más, no preocuparme de tus cosas y seguir mi camino, aunque suene cliché, no te necesito para ser feliz.
Espero no estarme engañando a mi misma ¿mereces todas estas cartas?
Muchas preguntas, adiós.
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Querida Elizabeth:
De TodoCartas creadas con el corazón roto por si algún día las lees tu, Elizabeth.