Capítulo 3 La Firma

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Era lunes 7am
Mis despertador suena y me despierto, ha llegado el día.

Me Aliste y me fui a la oficina mi amiga también se fue a la de ella, al llegar al trabajo todo estaba normal no quería contar nada, desayune con mis compañeras como siempre, bueno comí sólo un poco, no he tenido apetito, trabajaba en una empresa de tecnología, ya llevaba trabajando unos 5 años en la empresa, en encargada del área de administración, tenía persona a mi cargo, era un ambiente bastante bueno la pasábamos bien, mi jefe era un gran hombre, a el cual le debí mucho de lo que sabía.
—buenos días Sra. Les
—buen día Sr. Hurtado
— tenemos unos temas importantes que ver hoy, quiero ver unos reportes del proyecto.
—si como no, lo vemos en su oficina?
—si por favor
Quería que mi jefe me llenara de trabajo para así no pensar, pero era imposible, la verdad en lo único que pensaba era en Antonio y en que nos pasó.
Trabajé toda la mañana con mi jefe y le comenté que tenía que hacer algo a las dos, este me dijo que no había problemas, ya que habías terminado de ver lo que me pidió, que si necesitaba la tarde la tomará, a lo que respondí que si.

Sabía que si hoy firmaba ese papel lo único que iba a querer hacer sería llorar sin parar.
Mis compañeras me invitaron a almorzar a la 1, les dije que no podía que ya iba saliendo, además me tenía que encontrar con mi abogado para aclarar puntos.
Tome mi auto y me fui hasta el lugar acordado, está reunió iba a ser en el despacho del abogado de Antonio, no se ni como pude conducir hasta ese lugar, al llegar al estacionamiento sonó mi teléfono.
Un mensaje
Era mi abogado el cual ya había llegado.
Nos encontramos en el estacionamiento.
—Hola Lesli mi nombre es Eduardo Gonzalez.
—Un placer.
—Puedes contarme un poco de lo que deseas de este divorcio.

Que fácil se dice esa palabra y donde quedan los sentimientos que me ahogan, pensé.

—bueno la verdad es que es mi esposo el que se quiere divorciar y me acabo de enterar hace 3 días atrás, el no ha querido hablar conmigo, sólo me mando este email
Eduardo lo lee detenidamente y sólo responde ok.
—y estás de acuerda con lo que el quiere dejarte, no tienen otras propiedades, o tu deseas algo más.
—la verdad es que no, ya con el departamento estoy bien, sólo quiero firmar ese maldito papel e irme.
—está bien, así sera.

Nos dirigimos hacia la oficina acordada, al entrar nos presentamos en la recepción y una chica muy amable nos dijo que la acompañarnos hacia una sala de reuniones muy amplia, nos sentamos y nos ofrecieron algo de tomar, yo no quise nada, Eduardo pidió agua.
Aún no eran las 2 en punto así que estábamos a tiempo, yo me morí de los nervios, sentía que el corazón se me iba a salir por la boca, no sabía que iba a decir al ver nuevamente a Antonio.
En el momento que le trae el agua a Eduardo llega Antonio con su abogado.
Al verle la cara creo que sentí que me iba a desmayar, nunca en mi vida me había sentido tan nerviosa y mucho menos al ver a mi esposo, el estaba bello Como siempre, llevaba puesto un traje negro con camisa blanca y corbata morada, el traje le quedaba perfecto al cuerpo como siempre, impecable, me miró con esos ojos azules que me mataban y sólo dijo.
—Hola Les.
—Hola
—bueno comencemos ya, porque no tengo mucho tiempo además no deberíamos tardar tanto en esto si estamos de acuerdo.

Yo solo pude responder ok.
No puedo creer que el sea tan seco conmigo que no expresé ni un solo sentimiento, no se con quien me casé, con quien viví todo este tiempo, en frente de mi se sentía como un total extraño, no lo podía creer.
El abogado de Antonio le paso un papel al mío el cual comenzó a leer.
Yo solo veía mis manos y Antonio sólo veía su celular, quería decirle tantas cosas, pero nada salía por mi boca.
Eduardo me dice que todo el documento esta bien y al escuchar su voz salgo de mis pensamientos.
—Ok. Donde firmo ?
—aquí
Firme de primera, luego Antonio.
Y así nos levantamos de la mesa

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