Capitulo 4 Decisiones

7 0 1
                                    

        Llegué a casa y de nuevo mi mundo se derrumbo, volví a mi realidad, a la pesadilla de la cual no lograba despertar, de nuevo mis ojos se inundaron de lagrimas y de tire en mi sofá a llorar como una pequeña, cuando logre calmarme un poco le escribí a Luci, diciendole que no viniera a casa porque no iba a estar.

Era mentira solo quería estar en casa sola con mis pensamientos, los siguientes dos días no hice nada mas que llorar y sufrir en mi depresión, los dos días se me fueron en dormir y llorar.

Era Jueves por la mañana y Luci toco a mi puerta. Entro dejo comida en la cocina y me dijo.

-Ok amiga ya deje que te revolcaras en tu miseria, pero hasta cuando vas a estar así? Mirate

estaba con una cara terrible.

-Amiga no tengo ganas de nada.

-Anda a ducharte mientras preparo el desayuno, y ni una palabra de reproche, debes comer mírate, te vas a desaparecer.
La verdad me veía muy mal, había perdido peso, mi amiga tenía razón necesitaba salir de esta depresión

Me di un baño y me arregle nuestras mi amiga preparaba la comida, me puse unos jean y una camisa blanca de tiras y mis zapatos más cómodos y salí a la cocina

—Que linda amiga!! Mucho mejor
—Gracias y se me bueno ese desayuno.

Me preparo unas ricas panquecas.

—y me puedes contar de tu salida con Eduardo.
—amiga no pasó nada, el es super guapo, pero no tengo cabeza para eso en este minuto, sólo nos tomamos unos tragos, y bueno si me divertí la verdad.
—pero sal de nuevo con el si la pasaste tan bien.
—no amiga eso no es lo que quiero.
Nos terminamos el desayuno y luci se despidió, tenía que ir a trabajar.

Yo por mi parte tomé unos anteojos de sol y un sombrero y salí, quería ir a la playa a sentarme a pensar y relajarme lo necesitaba.

Conducir hasta la playa, al llegar me saque los zapatos y camine un rato por la orilla del mar, quería sentir la arena mojada en mis pies, sin pensar en nada.

Luego de caminar por un rato me senté a contemplar las olas, y escuchar el sonido del mar, era relajante.
Y así comencé a pensar en que quería para mi vida, no podía seguir encerrada en mi casa llorando ya era suficiente, si Antonio ya no me amaba ya era momento de olvidarlo, y dejar de sufrir por alguien que no merecía mis lagrimas.
Necesitaba un cambio en mi vida, llevaba toda mi vida siguiendo reglas y una rutina, me divertía poco, era momento de un cambio ya basta de ser la niña tonta y tranquila.
Decidí darle un cambio radical a mi vida, seguir el ejemplo de papá y viajar por el mundo conocer gente nueva y tener aventuras que mi vida sea menos predecible, Antonia siempre me decía que yo era muy predecible, así que necesito quitarme esa etiqueta.
Yo tenía dinero ahorrado, desde pequeña me encantó ahorrar dinero y esto me había dejado buenos frutos, con todo lo que tenía ahorrado podía viajar por 5 años sin preocuparme, podría arrendar mi departamento y esto también me dejaría más dinero.
Así que la decisión está tomada, llamaré a mi jefe para renunciar e irme del país, comenzaré por Europa ya que en un par de mese tengo que encontrarme con papá en Francia.
La idea de hacer todo esto me emocionaba pero a la vez me asustaba mucho.
Voy A llamar a luci para contarle
—Hola ami
—Hola les, cuentame ?
—me vine a la playa a pensar y reflexionar sobre mi vida, y pues tomé la decisión de renunciar a mi trabajo e irme a viajar por el mundo, que te parece ?
—Queeeeee?? NO TE LO PUEDO CREER.
—pues si créeme
—me parece genial amiga, te apoyo en tu decisión, claro que debes hacerlo, y cuando te irias?
—el próximo lunes amiga, quiero pedirte un favor.
—tan rápido, estas super decidida eso me encanta y claro amiga que necesitas?
—podrías ayudarme a arrendar mi departamento?
—claro amiga me pondré sobre eso, no te preocupes.
—gracias luci, te quiero nos vemos
—yo igual les, chao.

Sabía que luci se podía encargar de mi casa, no tengo en que preocuparme, me fui a casa para comprar mi pasaje en avión.

Al llegar a casa trate de no pensar en tonterías, y tomé mi computador para buscar boletos en avión, quería partir mi viaja por España, así que compre el boleto.
Bueno ya todo esta listo ya tengo boletos, le Di un vistazo a mi casa y vi todas las cosas que tenía, fotos y recuerdos de Antonio y míos, de todos los años de amor que vivimos, porque para mi si fue amor.
Busque un par de cajas y bolsas y comencé a guardar lo que quería conservar como libros y cosas importantes para mi y a botar cosas que ya no necesitaría y así deje casi que con sólo muebles mi departamento, al ver la hora ya eran las 2 am estaba super cansada, así que me fui a dormir, quería ir temprano a mi trabajo a presentar la renuncia.
Me desperté temprano, me Di una ducha como de costumbre y me arregle para ir a la oficina, me puse cómoda para ir ya que sólo iba a estar un rato.
Al llegar a la oficina mis compañera se me acercaron preguntándome como estaba y todo eso, no quería dar mucha explicación y mucho menos contarles detalles, así que como pude me safe de ellas y fui a la oficina de mi jefe.
—buenos días (dije)
—que haces acá ? Era el lunes que tenías que regresar.
—bueno es que vine por otra cosa.
—que pasa les no me asusté.
—Sr. Hurtado lo que pasa es que vine a presentar mi carta de renuncia, me voy del país, necesito un nuevo comienzo en mi vida.
—Oh! Hija, me duele el hecho de que ya no te veré por acá, pero me alegra lo que vas hacer, eres joven y necesitar vivir nuevas cosas, me alegra tu decisión, pero te voy a extrañar les.
—y yo a usted Sr.
—y vete tranquila no te preocupes por el papeleo, yo me encargaré de eso.
—muchas gracias, de verdad gracias por todos estos años de enseñanza fue un gran jefe.
—no te despedidas, mira que algún día nos tenemos que ver, además no me gustan la despedidas, ven acá y dame un abrazo y te vas ok.
Sonreí y le Di un fuerte abrazo.
—Nos vemos Sr. Hurtado
—hasta pronto les.

No tenía muchas cosas en mi escritorio así que tomé un par de cosas, le deje mis claves a mi jefe y me fui, en el fondo me sentía liberada, me gustaba mi trabajo pero sentía esa libertad de no tener responsabilidades, hacia mucho tiempo que no me sentía así, y vaya que se sentía bien.
Así que me fui con una sonrisa en la cara hasta mi casa.

Al llegar le pedí a luci que fuera al salir de su empleo para conversar y dejar todo claro, y así fue Luci llegó a casa coordinamos todo para que ella se quedara encargada de todo.
Mientras hablábamos destapamos una botella de vino tinto y comenzamos a reír hablando de nuestra niñez y de todo lo vivido
—amiga sabes que te iré a visitar donde estés, quiero que la pases super bien y que conozcas cosas nuevas, Diviértete, y sabes que aquí me tienes que soy tu hermana y que siempre estaré para ti.
—me vas hacer llorar luci, no te despedidas, nos vamos a ver pronto y se estas ahí, y yo también estoy para ti, ven acá dame un abrazo
Nos abrazamos y lloramos, al vernos así reímos
—gracias Luci te quiero.
—bueno ya dejemos está llevadera, yo ya me tengo que ir voy a salir con un amigo (dijo de forma pícara).
—está bien vete y portate mal.
—como siempre, chao

Mi amiga es una loca, al irse Luci, recogí un poco la casa y comencé hacer maletas, al ver mi armario me Di cuenta que no necesitaba llevar todos esos trajes y tacones, vestidos y ropa de oficina, y la ropa cómoda que tenía era muy poca toda entraba en una maleta y eso fue lo que hice, el resto de mi ropa la guarde en otra maleta, le pediré a Luci que la regale, bueno que tomé algo si le gusta y el resto para regalar. Al terminar de ordenar la ropa me fui a dormir.
El fin de semana lo país Fon mo amiga ordenando cosas y dejando todo en orden para irme tranquila el lunes.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 21, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Comenzar de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora