No Encaja...

463 43 6
                                    

Capitulo 4
Esa mañana ambos habían despertado juntos antes de que el sol saliera y mirándose cada línea facial como si fuera la primera y la última vez que lo harían, para recordar cada detalle del rostro de la persona que amaban. Hanji de vez en cuando acariciaba el suave cabello del pelinegro que disfrutaba de sentir su mano mientras que él solía presionarla contra su cuerpo en un dulce abrazo en el que se podía notar su miedo a soltarla.
- Levi… -Susurra-
- Sí, cuatro ojos –Sonríe de manera sincera, una sonrisa diferente en su rostro y hasta él podía sentir que era diferente-
- Crees que… debemos decirles –Le acaricia una mejilla suavemente-
- Tsk… debemos hacerlo, por lo menos a Erwin –La besa en la frente-
- Debe ser antes de la expedición ¿verdad? –Se sienta al borde de la cama dejando caer su castaña melena sobre su espalda antes de levantarse y tomar su uniforme de la legión-
- ¡CUATRO OJOS! –Dice con un tono bastante autoritario- ¡VE A BAÑARTE!
- ¿Enano, tú me lo ordenas? –sonríe y suelta aquel uniforme-
- Sí, yo lo hago… -Se sienta al borde de la cama observándola-
- Lo haré, pero luego es tu turno enano, no puedes irte de aquí sucio –dice burlonamente mientras entra a la ducha-
Mientras la castaña se duchaba aquel pelinegro maniático de la limpieza comenzó a ordenar cada cosa que estaba en aquella habitación, aquellas prendas que se encontraban en el suelo, las doblo y las guardo, los papeles los ordeno encima de aquel escritorio y cuando cada cosa ya tenía un respectivo lugar se sentó en aquella cama que había tendido y cambiado las sabanas…
Levi
Sentado en aquella cama logro divisar que algo no tenía un lugar, no aún, algo no encajaba en sus estándares de limpieza y era aquel pañuelo sobre la mesita de noche, no encontraba un lugar digno para aquella prenda –Toma aquella prenda entre sus blancas manos- Tal vez ella le encuentre un buen lugar… -Susurra antes de notar que la castaña había salido del baño con el cuerpo desnudo aún pues había dejado sus prendas en la habitación-
- ¿Levi? –Asombrada mira al pelinegro sentado en la cama desnudo- ¿No soportabas ver el desorden que hasta limpiaste desnudo? –Sonríe-
- Tsk… debía hacerlo –Levanta los hombros- Tú no lo harías
- Gracias –Coloca una mano detrás de su cabeza sonrojándose-
- Pero no hay un lugar para esto –Baja la mirada hacia el pañuelo que agarraba con delicadeza con sus manos y se levanta acercándose a la castaña-
- Es porque ese pañuelo no debe estar en esta habitación –Se seca un poco el cabello con aquella toalla que tenía-
- Tsk… ya veo –Se logra notar que la seriedad vuelve al rostro del pelinegro y al escuchar esas palabras de la castaña, agacha un poco la cabeza-
- Tengo un lugar especial para él –Sonríe agarrando el pañuelo- pero no puedo colocarlo ahora, no te preocupes será el mejor lugar –Lo besa en la frente-
Al pelinegro le hicieron dudar las primeras palabras de la castaña pero luego volvió a sentir que su corazón estaba en buenas manos, se había sonrojado por aquel beso en la frente y aunque le costaba demostrar sus sentimientos solo acerco su rostro al pecho de la castaña y recostó su cabeza contra el cuerpo de la mujer sintiendo su piel suave y limpia, la castaña al ver la acción del más bajo rodeo su cuerpo desnudo con ambos brazos abrazándolo de manera dulce hasta que el pelinegro realiza la misma acción rodeando la cintura de la castaña, aquel abrazo fue bastante largo pues ninguno de los dos quería dejar de sentir el calor del cuerpo desnudo del otro
- Mi corazón te pertenece –Sonríe y agacha un poco su cabeza para mirar al pelinegro-
- Ambos nos pertenecemos… -Susurra mirando el rostro de la castaña y ambos pueden notar que la luz del sol entra por aquella ventana-
- Sabes enano… que eres lo único que está sucio aquí –dice burlonamente-
- Lo sé –Aleja un poco su rostro del cuerpo de la castaña y la observa con su característica mirada serena unos segundos antes soltar el abrazo, agarrar sus prendas y entrar en el baño, dejando de vuelta aquel pañuelo en la mesita donde estaba-
Mientras el pelinegro se daba una ducha Hanji comenzaba a colocarse aquel uniforme  recogerse el cabello pues ya estaba amaneciendo y hoy saldrían de expedición así que el día estaría bastante atareado, apoya sus manos en la ventana observando el amanecer hasta que escucha que el  pelinegro termina de ducharse y se acerca a aquella mesita donde agarra el pañuelo entre sus manos esperando a que Levi entre en la habitación. Levi sale ya con el uniforme puesto y la castaña se le acerca.
- ¿Querías saber dónde pondría esto? –Se coloca el pañuelo entre la camisa del uniforme como el pelinegro solía  portarlo-
- Es un buen lugar, cuatro ojos –Sonríe satisfecho y agarra suavemente la mano de la castaña guiándola a la puerta- Debemos prepararnos para la expedición
Ambos se dirigen al comedor tomados levemente de las manos, como era bastante temprano no se cruzaron con nadie, desayunaron té esa mañana y como siempre Hanji era la primera en terminar ya que comía más rápido que el capitán pues él lo hacía más tranquilo cuando de repente Mobilt entra al comedor y da un bostezo
- Buenos días –dice para ambos estirándose- Hoy no te tuve que despertarla… –Sonríe-
- BUENOS DÍAS –contestan al mismo tiempo los dos, Hanji sonriendo y Levi sin hacer contacto visual con el chico pues estaba más concentrado en aquella taza de té-
- Capitán Levi, anoche el comandante Erwin me dijo que lo buscara pues tenía un trabajo para usted pero como no lo encontré me dijo que vaya a su despacho esta mañana –Se prepara el desayuno mientras habla-
Hanji se había retirado de aquella habitación para preparar todo para esta noche avisaba a los soldados de su escuadrón
- Iré, de todas formas tengo que hablar con el –Se levanta y la va su taza y la de la castaña que había dejado en el lavabo-3
- Capitán, note el pañuelo –Sonríe mientras desayuna- Proteja a Hanji porque ella lo cuidara
- Sabes que lo haré –Se retira de la habitación y se dirige al despacho del comandante-
Levi camina con pasos tranquilos hacia aquel despacho, aprovecharía ese momento para comentarle lo de Hanji y él, aunque también le causaba curiosidad cual sería el trabajo que le daría Erwin antes de la expedición pues normalmente dedicaban todo el tiempo posible para alistarse pues debían estar preparados para tener las menores fallas posibles, al llegar al despacho entra sin tocar y observa al comandante sentado detrás de aquel escritorio con una mirada seria
- Levi… te estaba buscando desde anoche, ¿Dónde te metiste?
- Estaba recorriendo las afueras del castillo… –Miente de manera serena mientras se acerca al escritorio del comandante pues él no necesitaba saber dónde pasó la noche- ¿Para qué me necesitas?
- Quiero que lleves a un soldado al interior de los muros antes de salir a la expedición, no está en condiciones de seguir en la legión según el consejo –Mira fijamente a Levi con una gran seriedad en el rostro-
- Tsk… entiendo, un herido –Levanta la mirada al techo-
- No es un herido por eso es que te necesito, se negará a ir
- No entiendo… -Fija su mirada en el rubio- Explícame que sucede
- Este soldado… -suspira agachando un poco la cabeza- no estará dando todo su potencial a la legión, incluso podría perjudicar las misiones por culpa… -Vuelve a fijar la mirada en el pelinegro- por culpa de un sentimiento
- ¿Erwin? ¿Podrías ser más claro? –Levanta una ceja-
- Este joven se enamoró de otra soldado y enamorarse cuando perteneces a la legión significa que no entregas por completo tu corazón al bien de la humanidad –se recuesta en la silla- por eso debemos separar a estos soldados, hasta que se entreguen a la humanidad no al amor, no a una sola persona
- Pero… -Intenta mantener un rostro sereno pero se encuentra asombrado ante aquellas palabras, en ese momento se da cuenta que el sentimiento de Hanji y él es uno prohibido, uno que no encaja como aquel pañuelo en la habitación de la castaña-
- Levi, sé que es difícil de entender para las personas como nosotros que se entregan por completo a las alas de la libertad, pero solo imagínate… –Suspira y cruza los brazos- no sé si lo llegaste a sentir pero imagina lo que es amar a alguien y que corra peligro en una de las expediciones, que tengas que elegir entre una misión, los demás soldados y aquella persona, el amor es un arma de doble filo y no podemos arriesgar una misión por culpa de eso…
- Mmm… ya veo –Intenta disimular su asombro y preocupación, las palabras del rubio lo habían asombrado pues cuando le pidió que imaginara la situación en su mente él sabía que hubiera elegido…- ¿A dónde lo llevo?
- Hay un cuartel de la policía militar en el otro lado de la ciudad, ahí se encargaran de él, anoche preparamos todos los caballos para que hoy solo tengas que salir con el soldado, el viaje es largo y no sé si llegaras a tiempo para la expedición por eso necesito que salgas en este momento –Se levanta y se dirige a abrirle la puerta pero antes de llegar esta se abre-
- Hola Enano, Cejas… -Saluda sonriendo, la castaña solo había ido para avisarle al comandante que todos los equipos, bengalas ya habían sido revisados- Los equipos todo lo necesario ya fueron revisados…
- Gracias Hanji… -Observa a la castaña y asiente pero antes de que esta se retire nota el pañuelo en su cuello pues hace un rato noto que este no lo traía puesto- Levi? ¿Ese es tu pañuelo?
- Siiii, es que… -La castaña iba a responder antes pero fue interrumpida por el pelinegro-
- Tsk… es una apuesta –Nota la mirada de asombro por parte de la castaña y sale de la habitación- Lo llevare lo antes posible…
Hanji se retira de la habitación detrás del pelinegro luego de unas indicaciones de Erwin sobre los preparativos para la expedición, ella apura el paso hasta alcanzar al pelinegro que estaba casi llegando a los establos donde ya estaba aquel soldado esposado junto a los caballos listos para partir al cuartel de la policía militar.
- ¿Una apuesta? ¿A qué te refieres?
- Hanji… no pude decirle, no debemos decirle –La mira a los ojos-
- ¿Por qué?
- En la legión no están permitido enamorarse de otros soldados… -Levanta la mano tocando el pañuelo que la castaña tiene en el cuello- el soldado que voy a llevar cometió el error de enamorarse y que lo descubrieran… sé que es cruel pero debo alejarlo de la persona que ama y sabes… no quiero que eso nos suceda
- Entiendo –Mira al pelinegro, ella había escuchado sobre aquella regla pero nunca la tomo en serio-
- Tal vez esto no encaja –Le saca el pañuelo- es peligroso que lo lleves puesto –su mirada es serena pero sus palabras hacen notar cierta preocupación-
La castaña agarra el pañuelo que tiene él en su mano y se lo saca, dobla y enreda varias veces el pañuelo ante la vista del pelinegro y lo ata alrededor de su liga para el cabello haciendo que el pañuelo parezca parte de ella
- Siempre habrá un lugar… –Sonríe- solo debemos ser cuidadosos enano
Los soldados que estaban esperando al capitán lo llaman pues ya se hacía tarde para que saliera hacia el cuartel de la policía militar, no pudo despedirse de la castaña pues sus sentimientos debían mantenerse en secreto de los demás soldados así que solo soltó unas simples palabras acompañadas de una sonrisa sincera “NOS VEMOS CUATRO OJOS”

¿Es Fácil Amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora